El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha comenzado a delinear un plan para la focalización de subsidios al diésel, un tema que ha generado un amplio debate en el país. En su reciente discurso, Noboa mencionó que su administración está considerando ajustar el subsidio al diésel, que en 2024 costó al Estado aproximadamente USD 1.500 millones. Este gasto es más del doble de lo que se destinó al Bono de Desarrollo Humano, que alcanzó los USD 647 millones en el mismo año. Noboa ha indicado que su enfoque será progresivo y que incluirá medidas compensatorias para mitigar el impacto en los sectores más vulnerables, como la flota pesquera y atunera.
La focalización de subsidios es un tema recurrente en la política económica de Ecuador, y Noboa ya ha implementado cambios significativos en el pasado. En junio de 2024, su gobierno introdujo un sistema de bandas para regular los precios de las gasolinas Extra y Ecopaís, permitiendo que fluctúen mensualmente según los precios internacionales del petróleo, aunque con un límite máximo y un mínimo. Esto ha permitido que el Estado continúe subsidiando los precios en ciertos meses, lo que ha generado críticas y preocupaciones sobre la sostenibilidad de este modelo.
### La Necesidad de un Reemplazo Energético
Uno de los puntos clave en el discurso de Noboa es la necesidad de un reemplazo inmediato para el diésel. El presidente ha enfatizado que la transición hacia el gas natural es esencial para reducir la dependencia del diésel, especialmente en sectores como el transporte y la pesca. En su declaración, Noboa afirmó: «Al mayor desarrollo y uso de gas, menor necesidad de diésel… tenemos que ser inteligentes en cómo lo hacemos, no simplemente dar un tortazo a la gente, al transportista, al pescador artesanal». Esto sugiere que cualquier cambio en los subsidios debe ir acompañado de un plan para garantizar un suministro adecuado de gas.
Sin embargo, la producción de gas en Ecuador es actualmente limitada. El país enfrenta desafíos significativos en términos de infraestructura y capacidad de producción, lo que complica la implementación de un plan de transición efectivo. En este contexto, el gobierno ha declarado la operación del Campo Amistad como una «prioridad nacional» para aumentar la producción de gas natural y así abastecer tanto a la industria como al sector eléctrico.
### Desafíos en la Implementación de Subsidios
El subsidio al diésel ha sido un tema delicado en la política ecuatoriana, ya que su eliminación o reducción podría generar tensiones sociales. Según expertos, el sector automotriz es el que más presión ejerce sobre el gasto estatal, dado que es el mayor consumidor de diésel subsidiado. En el periodo entre enero y abril de 2025, el sector automotriz consumió 8,3 millones de barriles de diésel premium, en comparación con los 144.064 barriles consumidos por las flotas pesqueras. Esto pone de manifiesto la magnitud del desafío que enfrenta el gobierno al intentar reducir los subsidios sin provocar descontento social.
Daniel Lemus, director del Centro de Desarrollo de Políticas Públicas de la ESPOL, ha sugerido que un enfoque progresivo para la reducción del subsidio al diésel es fundamental. Esto podría comenzar con el sector de las flotas pesqueras, aunque el ahorro no sería significativo si solo se enfoca en este sector. La clave, según Lemus, es implementar un sistema de focalización que separe a los vehículos particulares de aquellos destinados al transporte público, lo que podría facilitar la identificación de beneficiarios y la implementación de medidas compensatorias.
Por su parte, Ivo Rosero, presidente de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo, ha coincidido en que la eliminación de los subsidios debe ser gradual y acompañada de medidas de compensación para el transporte público. Rosero también ha propuesto que el gobierno considere liberar el precio de las gasolinas Extra y Ecopaís, lo que podría incentivar la llegada de empresas que ofrezcan gasolina de mejor calidad al país.
En resumen, el gobierno de Noboa se enfrenta a un complejo panorama en la gestión de subsidios al diésel. La necesidad de un enfoque equilibrado que contemple tanto la sostenibilidad fiscal como la protección de los sectores más vulnerables es crucial. A medida que se avanza en la implementación de estas políticas, será fundamental observar cómo se desarrollan las medidas compensatorias y la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.