La erosión regresiva ha sido un fenómeno preocupante en la región de Napo, Ecuador, y el reciente colapso del puente sobre el río Loco es un claro ejemplo de sus devastadoras consecuencias. Este incidente, ocurrido el 11 de agosto de 2025, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura en áreas afectadas por este proceso erosivo, que ha cobrado fuerza en los últimos meses debido a las intensas lluvias en la Sierra norte y la Amazonía.
El puente, ubicado en el sector de San Carlos, en el cantón El Chaco, era una vía crucial para la comunicación de la población local. La erosión regresiva, que afecta también al río Coca, ha llevado a la suspensión de actividades como el bombeo de crudo por parte de la empresa que opera el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). Este fenómeno no solo ha impactado la infraestructura vial, sino que también ha amenazado las obras de captación de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, lo que podría tener repercusiones significativas en la producción de energía en la región.
### La erosión regresiva y sus efectos en la infraestructura
La erosión regresiva es un proceso natural que se intensifica por factores como la deforestación, el cambio climático y las lluvias torrenciales. En el caso del río Loco, este fenómeno ha sido acelerado por las condiciones climáticas extremas que han afectado a la región desde julio de 2025. Las imágenes del colapso del puente muestran cómo la estructura metálica cedió ante la fuerza de la tierra y los sedimentos, lo que llevó a la caída de la infraestructura en cuestión de segundos.
La situación ha sido tan crítica que el servicio de emergencias ECU 911 tuvo que intervenir, confirmando el colapso y movilizando maquinaria del Ministerio de Transporte y Obras Públicas para habilitar una vía alterna. Este tipo de eventos no son aislados; desde febrero de 2020, el proceso erosivo ha ido avanzando, afectando no solo al cantón El Chaco, sino también a otras localidades como Joya de Los Sachas en Orellana.
La Secretaría de Gestión de Riesgos ha emitido informes que destacan la gravedad de la erosión en la región, señalando que ha causado daños en la red estatal y en las infraestructuras de servicios básicos. La erosión regresiva no solo afecta a las carreteras y puentes, sino que también pone en riesgo las instalaciones de servicios esenciales, como el suministro de agua y energía eléctrica.
### Respuesta institucional y medidas preventivas
Ante la creciente amenaza de la erosión regresiva, las autoridades han comenzado a implementar medidas preventivas. Sin embargo, estas acciones parecen ser insuficientes para detener el avance del fenómeno. La reactivación de la erosión en el río Coca ha llevado a la suspensión de operaciones en el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano y en el OCP, lo que ha generado preocupación en el sector energético y petrolero del país.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas ha indicado que se están realizando esfuerzos para mitigar los efectos de la erosión, pero la situación sigue siendo crítica. La maquinaria enviada a la zona busca habilitar rutas alternas y garantizar la movilidad de los habitantes afectados. Sin embargo, la falta de un plan integral que contemple la protección de la infraestructura y el medio ambiente ha sido un tema recurrente en las discusiones sobre cómo abordar este problema.
La erosión regresiva es un fenómeno que no solo afecta a la infraestructura, sino que también tiene un impacto social y económico significativo. Las comunidades locales dependen de estas vías para el transporte de bienes y servicios, y la interrupción de las mismas puede llevar a un aumento en los costos de vida y a la disminución de la calidad de vida de los habitantes.
La situación en Napo es un llamado de atención sobre la necesidad de implementar políticas efectivas que aborden la erosión y sus consecuencias. La combinación de esfuerzos gubernamentales, participación comunitaria y la colaboración con expertos en gestión de riesgos es crucial para desarrollar un enfoque sostenible que proteja tanto a la infraestructura como a las comunidades que dependen de ella. La experiencia del colapso del puente sobre el río Loco debe servir como un punto de partida para la acción y la planificación a largo plazo en la región.