La victoria del Paris Saint-Germain (PSG) en la UEFA Champions League ha desatado una ola de celebraciones en Francia que, lamentablemente, se ha visto empañada por incidentes trágicos. El sábado 31 de mayo de 2025, miles de aficionados se congregaron en las calles de París y otras ciudades para festejar el primer título de Champions League en la historia del club. Sin embargo, el ambiente festivo se tornó caótico, resultando en un saldo trágico de dos muertes y más de 200 heridos, incluyendo a miembros de las fuerzas del orden.
Los disturbios comenzaron poco después de que el PSG se coronara campeón, con reportes de vandalismo y enfrentamientos entre los aficionados y la policía. Según las autoridades, se registraron al menos 692 incendios, de los cuales 264 afectaron a vehículos. La situación se volvió crítica cuando un joven de aproximadamente 20 años perdió la vida tras ser atropellado por un coche mientras conducía un scooter en el barrio XV de París. Este incidente ha sido vinculado a las celebraciones, aunque las autoridades han indicado que se necesita más investigación para confirmar esta relación.
El prefecto de la Policía de París, Laurent Núñez, ofreció una rueda de prensa donde expresó su preocupación por los eventos de la noche. «En este momento, podemos pensar que ese accidente está vinculado a las celebraciones, pero tenemos que ser prudentes y falta que la investigación judicial en marcha lo confirme», comentó Núñez. Además, un policía se encuentra en coma inducido tras ser alcanzado por un petardo durante los disturbios, lo que ha elevado la tensión entre los cuerpos de seguridad y los aficionados.
Los incidentes no se limitaron a París. En una localidad de las Landas, un menor de 17 años fue apuñalado en el pecho durante las celebraciones, lo que ha llevado a la Policía Judicial de Bayona a investigar el caso. En Grenoble, un coche atropelló a cuatro miembros de una misma familia, dejando a dos de ellos gravemente heridos. Estos eventos han resaltado la violencia que puede surgir en medio de la euforia colectiva.
A pesar de la presencia de aproximadamente 5,000 agentes de seguridad, las autoridades no pudieron evitar los saqueos y altercados. Se reportaron más de 500 arrestos en París y sus alrededores, y se contabilizaron daños significativos en comercios y propiedades. «No podemos considerar que el dispositivo haya sido un éxito, porque ha habido saqueos, que era lo que queríamos evitar. Pero tampoco un fracaso, porque han venido miles de personas solo para saquear y hemos evitado que muchos lo hicieran», declaró Núñez, reflejando la complejidad de la situación.
Las autoridades han establecido un límite de 110,000 aficionados para el desfile programado en los Campos Elíseos de París, donde se espera que el PSG celebre su título. Además, se han implementado medidas de acceso restringido al Parque de los Príncipes, priorizando a los socios del club. La celebración se llevará a cabo en un ambiente controlado, con la esperanza de que los incidentes violentos no se repitan.
El PSG, que ha logrado un hito en su historia futbolística, ahora enfrenta el desafío de celebrar su victoria en un contexto de violencia y caos. La imagen del club se ha visto afectada por estos eventos, y la comunidad futbolística se pregunta cómo se puede equilibrar la celebración con la seguridad pública. La tragedia de la noche del sábado ha dejado una marca en la historia del PSG, recordando que la pasión por el fútbol puede, en ocasiones, desbordarse y llevar a consecuencias devastadoras.
Los aficionados del PSG, que esperaban una celebración pacífica y alegre, ahora se enfrentan a la realidad de que la violencia puede surgir incluso en los momentos más felices. Las autoridades están trabajando para garantizar que las futuras celebraciones se desarrollen de manera segura, pero la sombra de los recientes incidentes se cierne sobre la comunidad futbolística francesa. La celebración del PSG se ha convertido en un recordatorio de la importancia de la seguridad y el respeto durante los eventos deportivos, y de cómo la pasión puede transformarse en tragedia en un instante.
