En el corazón de Tarifa, una parroquia del Guayas, Ecuador, Yilda Banchón comenzó su travesía musical a la tierna edad de seis años. Desde entonces, su vida ha estado marcada por el amor a la música y el deseo de compartir su talento con el mundo. Hoy, a sus 23 años, Yilda se encuentra en un punto crucial de su carrera, donde siente que ha llegado el momento de dar un salto significativo hacia algo más grande.
### La Influencia Familiar y el Comienzo de una Carrera
La historia de Yilda es una de dedicación y apoyo familiar. Desde sus inicios, su padre la llevó a participar en programas infantiles como «Pequeños Brillantes», donde su talento comenzó a florecer. A medida que crecía, Yilda no solo se enfocó en la música, sino que también exploró otras disciplinas como el modelaje, la actuación y la oratoria. Esta formación integral le ha permitido desarrollar una personalidad artística única y versátil.
«Siempre he mostrado lo que soy y lo que me gusta», comenta Yilda, quien ha encontrado en la música una forma de expresar su identidad. Su reciente sencillo, «Falso Original», marca un hito en su carrera, siendo su primera incursión en el género de la salsa, un estilo que ha resonado en su hogar desde su infancia. La producción de este tema estuvo a cargo de su pareja, Elvis Guapulema, quien ha sido un pilar fundamental en su vida personal y profesional.
La letra de «Falso Original» aborda temas de desamor y engaños, aunque Yilda aclara que no se basa en su propia experiencia. «Me gusta inspirarme en las historias de los demás», explica, revelando su deseo de conectar con las emociones de su entorno. Este enfoque empático en su escritura refleja su madurez como artista y su compromiso con su audiencia.
### Amor, Madurez y Nuevos Proyectos
El viaje de Yilda hacia la independencia ha sido un proceso gradual. Aunque ha contado con el apoyo incondicional de sus padres, su experiencia en Medellín, donde vivió unos meses, le permitió explorar su autonomía en un entorno musical vibrante. «No me chocó, al contrario, me asombró ver todo el movimiento y las oportunidades que surgen al salir de tu zona de confort», comparte.
Su relación con Elvis Guapulema ha sido un factor clave en su crecimiento. Juntos, han construido una vida que combina amor y trabajo, apoyándose mutuamente en sus respectivas carreras. Yilda describe su romance como una responsabilidad llena de amor, donde la comunicación y la empatía son esenciales. «He aprendido que hay que tener paciencia y comprensión, ya que cada uno trae un mundo diferente a la relación», reflexiona.
Además de su carrera musical, Yilda ha tomado la decisión de estudiar Derecho a distancia. Esta elección no solo le permitirá entender mejor los aspectos legales de su carrera, sino que también le dará las herramientas necesarias para defender sus propios contratos. «Me gustaría especializarme en el área de Entertainment Law, que se enfoca en los derechos de los artistas», menciona con determinación.
### Un Futuro Brillante
A medida que se acerca a su graduación en diciembre, Yilda se siente lista para enfrentar nuevos desafíos. Su deseo de ampliar su audiencia y llevar su música más allá de las fronteras ecuatorianas es palpable. «Quiero que mis canciones viajen y que la gente pueda conectar con mi historia», afirma con entusiasmo.
La artista ha experimentado un crecimiento notable en su carrera, y su visión de futuro incluye la creación de un álbum que refleje su evolución personal y artística. «Me intriga ver cómo reaccionan al encontrar a una Yilda más grande, con otros pensamientos y más experiencias por contar», dice, mostrando su deseo de seguir explorando y experimentando en su música.
Yilda Banchón es un ejemplo de cómo la pasión, el amor y el apoyo familiar pueden converger para crear una carrera artística sólida. Su viaje, que comenzó en un pequeño pueblo, ahora se dirige hacia horizontes más amplios, donde la música y la autenticidad son sus principales aliados. Con cada paso que da, Yilda no solo busca hacer música, sino también contar historias que resuenen en el corazón de quienes la escuchan.
