La situación en Urcuquí, provincia de Imbabura, se ha vuelto crítica en el contexto del paro nacional que se lleva a cabo en Ecuador. La Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador, conocida como Expoflores, ha denunciado actos de violencia que han dejado a la población local en un estado de temor y desasosiego. Los incidentes, que se registraron el 5 de octubre de 2025, involucran a grupos encapuchados y armados que han atacado a ciudadanos que intentan ejercer su derecho a la libre movilidad.
### Contexto del Paro Nacional
El paro nacional, impulsado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), ha estado en marcha durante más de dos semanas. Los manifestantes exigen una serie de demandas que incluyen el regreso del subsidio estatal al diésel y la reducción del IVA al 12%. Sin embargo, la situación ha escalado a niveles alarmantes, con bloqueos de carreteras y enfrentamientos entre manifestantes y ciudadanos que desean trabajar.
En este contexto, Expoflores ha señalado que los ataques en Urcuquí son perpetrados por individuos que provienen de la localidad de Imantag. Estos grupos, armados con palos, lanzas y una bazuca artesanal, han agredido a los habitantes que intentan defender su derecho a transitar libremente. Las agresiones han sido tan severas que incluso mujeres han sido empujadas y agredidas, mientras las vías son bloqueadas con vehículos.
La organización ha solicitado la intervención de la Policía para garantizar la seguridad de los ciudadanos y restablecer el orden en la zona. La violencia desatada ha generado un clima de incertidumbre y miedo entre los pobladores, quienes se sienten desprotegidos ante la falta de acción efectiva por parte de las autoridades.
### Impacto Económico y Social
El impacto del paro nacional no solo se siente en la seguridad de los ciudadanos, sino también en la economía del país. Según estimaciones de empresarios, el paro ha dejado pérdidas que superan los 70 millones de dólares, afectando especialmente a sectores como el turismo y la floricultura. La situación en Urcuquí es un reflejo de un problema más amplio que afecta a todo el país, donde la falta de diálogo y la escalada de la violencia han llevado a un estancamiento en las negociaciones entre el gobierno y los grupos de manifestantes.
Los productores de flores, que son una parte vital de la economía ecuatoriana, se encuentran en una encrucijada. Por un lado, deben defender sus derechos y su capacidad de operar en un entorno seguro; por otro, enfrentan la presión de un paro que busca reivindicaciones sociales y económicas. La falta de soluciones inmediatas podría llevar a un colapso aún mayor en el sector, que ya ha sido golpeado por la pandemia y otros factores económicos.
La violencia en Urcuquí ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de un diálogo constructivo entre el gobierno y los grupos sociales. Sin un enfoque colaborativo, es probable que la situación se agrave, lo que podría resultar en más enfrentamientos y un deterioro aún mayor de las condiciones de vida en la región. La comunidad de Urcuquí, así como otras áreas afectadas por el paro, clama por una solución pacífica y efectiva que permita restablecer la normalidad y la seguridad en sus vidas diarias.
La situación actual es un recordatorio de que la violencia no es la respuesta a las demandas sociales. La historia ha demostrado que el diálogo y la negociación son los caminos más efectivos para lograr cambios significativos y duraderos. La comunidad ecuatoriana, en su conjunto, debe unirse para encontrar soluciones que beneficien a todos, sin recurrir a la violencia que solo perpetúa el ciclo de conflicto y sufrimiento.