El 26 de octubre de 2025, el presidente argentino Javier Milei logró un triunfo inesperado en las elecciones legislativas, obteniendo más del 40% de los votos. Este resultado no solo representa un respaldo significativo a sus políticas ultraliberales, sino que también marca un punto de inflexión en su gestión, en un contexto donde la presión sobre el peso argentino había llevado al mandatario a buscar un rescate financiero de Estados Unidos. La victoria de Milei es un claro indicativo de la polarización política en Argentina y de la necesidad de alianzas estratégicas para avanzar en su agenda legislativa.
### Resultados Electorales y Contexto
El partido oficialista, La Libertad Avanza (LLA), se impuso con un 40.8% de los votos, superando al peronismo, que en sus diversas variantes logró un 31.6%. En tercer lugar, el bloque Provincias Unidas, que busca romper con la polarización tradicional, obtuvo un 7.1%. Estos resultados, según datos provisionales de la Dirección Nacional Electoral, reflejan un cambio en la dinámica política del país, donde se renuevan casi la mitad de las bancas de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
La participación en estas elecciones fue del 67.9%, la más baja desde el retorno a la democracia en 1983, lo que plantea interrogantes sobre el compromiso de los votantes y la percepción de la política actual. En particular, el resultado en la provincia de Buenos Aires fue sorprendente, dado que el gobierno había perdido por más de 13 puntos en las elecciones locales de septiembre. Este cambio sugiere que Milei ha logrado recuperar terreno en una de las regiones más críticas del país.
### Implicaciones para el Gobierno de Milei
La victoria de Milei no solo le otorga un respiro a su administración, sino que también le permite acercarse al tercio de bancas necesario en ambas cámaras para sostener vetos y negociar leyes. Sin embargo, el presidente deberá forjar alianzas con otras fuerzas políticas para avanzar en sus reformas estructurales, dado que la oposición ha consolidado su capacidad de negociación y bloqueo.
En el búnker de LLA en Buenos Aires, los seguidores de Milei celebraron el resultado con entusiasmo, reflejando un apoyo ferviente hacia su liderazgo. «Milei querido, el pueblo está contigo», coreaban los simpatizantes, evidenciando la conexión emocional que el presidente ha logrado establecer con su base. Facundo Campos, un consultor de marketing, expresó su alegría: «Lo grité como si fuera el gol del último mundial de Argentina campeón».
Sin embargo, la victoria también ha generado reacciones adversas. Frente a la casa de Cristina Kirchner, la expresidenta y referente peronista, cientos de personas lamentaron el resultado, algunos con lágrimas en los ojos. La oposición ha cuestionado la ayuda financiera de Estados Unidos, interpretándola como una forma de injerencia en los asuntos internos del país. Esto ha intensificado las expectativas de una posible depreciación del peso argentino, lo que podría complicar aún más la situación económica.
El ministro de Economía, Luis Caputo, intentó calmar los temores al afirmar que no se planea devaluar el peso, asegurando que el programa económico se mantendría sin cambios. Sin embargo, la incertidumbre persiste, especialmente tras los reveses que Milei ha enfrentado en su gestión a lo largo del año.
La situación política en Argentina es compleja y dinámica, y el resultado de estas elecciones podría tener repercusiones significativas en el futuro del país. La capacidad de Milei para implementar sus reformas dependerá en gran medida de su habilidad para construir consensos y alianzas en un entorno político marcado por la polarización y la desconfianza. A medida que avanza su mandato, será crucial observar cómo se desarrollan las relaciones entre el oficialismo y la oposición, así como la respuesta del electorado a las políticas que se implementen en los próximos meses.
