El emblemático barrio de Urdesa, ubicado en el centro-norte de Guayaquil, se encuentra en una encrucijada urbanística que ha generado un intenso debate entre los residentes y las autoridades locales. Con un plan municipal que busca regular el crecimiento vertical y revitalizar la zona, surgen preocupaciones sobre la posible pérdida de la identidad patrimonial del barrio. Este artículo explora las implicaciones de este plan y los riesgos asociados con la densificación en un área con un rico legado arquitectónico.
### La Propuesta Municipal y sus Objetivos
El Plan Urbanístico Complementario de Urdesa, impulsado por el Municipio de Guayaquil, tiene como objetivo principal renovar la esencia barrial y regular el crecimiento en altura. Este plan se propone implementar un nuevo modelo de ordenamiento urbano hasta mediados de 2026, abarcando un polígono de 2.634 predios distribuidos en 193 manzanas y una extensión de 185,20 hectáreas. La situación actual es preocupante, ya que el 55% de los predios en el centro de Guayaquil presenta signos de deterioro, lo que ha llevado a la necesidad de revitalizar 60 hectáreas del casco histórico.
El plan busca abordar varios problemas, como el abandono del uso residencial, la fragmentación comunitaria y la saturación de actividades comerciales que han transformado el carácter original de Urdesa. Según las autoridades, la intervención es necesaria para evitar la pérdida de viviendas tradicionales y fomentar un ambiente más cohesionado y funcional.
Jorge Luis Arévalo, director de la Dirección de Urbanismo, Movilidad, Catastro y Edificaciones (Dumce), explica que el plan surge como respuesta a la diversificación no planificada de usos en la zona durante los últimos años. La propuesta incluye cuatro ejes principales: recuperar el uso residencial mediante incentivos, revalorizar la vida comunitaria, regular el crecimiento en altura y priorizar la movilidad peatonal. Esto implica un enfoque integral que busca no solo mejorar la infraestructura, sino también fomentar un sentido de comunidad.
### Riesgos de la Densificación y la Gentrificación
A pesar de las intenciones del plan, expertos como el arquitecto Ricardo Pozo han expresado serias reservas sobre los riesgos que conlleva la implementación de un crecimiento vertical sin estudios técnicos rigurosos. Pozo, coordinador del Observatorio Urbano y Territorial, advierte que la densificación puede ser positiva si se realiza de manera planificada, pero también puede acarrear efectos adversos para la comunidad.
Uno de los principales riesgos es la posible saturación de las redes de servicios básicos, como agua potable y electricidad, lo que podría deteriorar la calidad de vida de los residentes. Además, la alteración del perfil urbano podría transformar el paisaje original de Urdesa, afectando su valor patrimonial. La pérdida de viviendas de interés arquitectónico es otra preocupación, ya que muchas de las casas en Urdesa son representativas de la arquitectura moderna del siglo XX.
La gentrificación es otro fenómeno que podría surgir si se permite un crecimiento desmedido. A medida que el valor del suelo aumenta, los propietarios pueden optar por vender sus terrenos para construir edificios en lugar de conservar las casas existentes. Esto podría resultar en el desplazamiento de los residentes originales, quienes podrían verse obligados a abandonar el barrio debido al aumento de los precios de alquiler.
Pozo también señala que la presión del mercado inmobiliario puede llevar a decisiones que prioricen el lucro sobre la calidad de vida y la preservación del patrimonio urbano. La falta de un plan maestro que guíe el crecimiento vertical en áreas con valor patrimonial podría resultar en una pérdida irreversible de la identidad barrial.
### La Importancia de la Participación Ciudadana
La participación ciudadana es un aspecto crucial en la toma de decisiones sobre el futuro de Urdesa. Las autoridades han señalado que se llevarán a cabo asambleas ciudadanas para involucrar a los residentes en el proceso de planificación. Sin embargo, la efectividad de estas asambleas dependerá de la voluntad de las autoridades para escuchar y considerar las preocupaciones de la comunidad.
El éxito del plan urbanístico dependerá de un equilibrio entre el desarrollo y la preservación. Es fundamental que cualquier intervención en Urdesa no solo busque revitalizar la zona, sino que también respete y valore su rica historia y patrimonio arquitectónico. La experiencia de otras ciudades que han enfrentado desafíos similares puede servir como una lección valiosa para Guayaquil.
En resumen, Urdesa se encuentra en un momento crítico en su historia. La propuesta de crecimiento vertical presenta oportunidades para revitalizar el barrio, pero también plantea serios riesgos que deben ser cuidadosamente considerados. La clave estará en encontrar un enfoque equilibrado que permita el desarrollo sin sacrificar la identidad y el patrimonio que hacen de Urdesa un lugar único en Guayaquil.