La reciente celebración en el Vaticano marcó un momento histórico para la comunidad católica LGTBIQ+. El 6 de septiembre, un grupo de aproximadamente 1.300 personas, que incluía a católicos homosexuales, transgénero y padres de hijos LGTBIQ+, atravesó la Puerta Santa de San Pedro durante un Jubileo que, aunque no se designó oficialmente como el Jubileo de los LGTBIQ+, fue un evento significativo en la agenda de la Iglesia. Este acto fue respaldado por el vicepresidente de los obispos italianos, Francesco Savino, quien enfatizó que «nadie tiene que sentirse excluido».
El evento, que no se trató de un desfile del orgullo, se caracterizó por la presencia de símbolos de la comunidad, como gorros y camisetas con el arcoíris, pero sin banderas. La decisión de no utilizar banderas se tomó para mantener el enfoque en la espiritualidad y el sentido de comunidad, en lugar de en la celebración del orgullo. Savino, en su homilía, subrayó la necesidad de liberarse de los prejuicios y de la importancia de la inclusión dentro de la Iglesia.
Este Jubileo fue un paso hacia la visibilidad y aceptación de las comunidades LGTBIQ+ dentro de la Iglesia católica, un espacio que históricamente ha sido excluyente. La participación de estas personas en un evento tan significativo como el Jubileo en el Vaticano representa un avance en la lucha por la inclusión y el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTBIQ+.
### La Reacción de los Participantes
Entre los asistentes, muchos expresaron su alegría y gratitud por la oportunidad de ser parte de este evento. Aitor Airbaiza, un padre de familia de Bilbao, compartió su experiencia, destacando lo gratificante que ha sido para él y su familia sentirse aceptados como cristianos. «Estamos trabajando día a día en todos los valores con nuestros hijos, y esta experiencia ha sido inolvidable», comentó.
Josu Beaskoetxea, también de Bilbao, reflexionó sobre el sufrimiento que muchos católicos LGTBIQ+ han enfrentado en el pasado, pero se mostró optimista sobre el futuro. «Es un pequeño paso para los cristianos y un gran paso para la Iglesia», afirmó.
Maritza Fuenzalida, de Chile, expresó su alegría personal y la importancia de visibilizar a las personas LGTBIQ+ en Latinoamérica. Para ella, este evento representa una oportunidad para mostrar que existen creyentes dentro de la comunidad LGTBIQ+. Eduardo Navarro, de Zaragoza, también consideró el peregrinaje como un día histórico, destacando que la Iglesia finalmente está visibilizando a las comunidades diversas que antes estaban excluidas.
Inés López, de San Sebastián, compartió su emoción por las celebraciones que se llevaron a cabo, sintiendo un fuerte sentido de comunidad y pertenencia. «Es un paso adelante muy importante dentro de la Iglesia», dijo, reflejando el sentimiento general de los participantes.
### Un Cambio en la Narrativa de la Iglesia
Este evento en el Vaticano no solo fue un momento de celebración, sino también un indicativo de un cambio en la narrativa de la Iglesia católica respecto a la comunidad LGTBIQ+. Aunque aún existen desafíos, como la necesidad de revisar la definición de los actos homosexuales en el catecismo, la apertura y la inclusión mostradas durante el Jubileo son un signo de esperanza para muchos.
La participación del Papa Francisco y su sucesor en este evento resalta la importancia de la inclusión en la Iglesia. Savino mencionó que se reunió con el Papa León XIV, quien apoyó la celebración del Jubileo para las asociaciones que trabajan con la comunidad LGTBIQ+. Este respaldo es un indicativo de que la Iglesia está comenzando a reconocer la diversidad dentro de su congregación y a trabajar hacia un futuro más inclusivo.
La celebración en el Vaticano representa un cambio significativo en la forma en que la Iglesia católica aborda la diversidad sexual y de género. A medida que más personas se sienten cómodas al expresar su identidad dentro de la Iglesia, se espera que continúen los esfuerzos por la inclusión y la aceptación. Este evento no solo fue un hito para la comunidad LGTBIQ+, sino también un paso hacia un futuro más inclusivo y acogedor dentro de la Iglesia católica.
