El 23 de octubre de 2025, el Vaticano fue testigo de un evento que marcó un hito en la historia de las relaciones entre la Iglesia Católica y la monarquía británica. Por primera vez en casi 500 años, un monarca inglés, el rey Carlos III, se unió al Papa León XIV en una oración pública en la Capilla Sixtina. Este encuentro no solo simboliza un acercamiento entre dos instituciones históricas, sino que también representa un paso significativo hacia la reconciliación entre las tradiciones anglicana y católica, que se separaron en el siglo XVI.
La ceremonia, que tuvo lugar en el corazón del Vaticano, fue presidida por el Papa León XIV, quien ha estado al frente de la Iglesia Católica durante cinco años. En un ambiente cargado de simbolismo, los reyes británicos, Carlos III y la reina Camila, se sentaron junto al Papa y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, en un acto ecuménico que se centró en la defensa del medio ambiente. Este enfoque en la sostenibilidad resuena con los esfuerzos de Carlos III, quien ha sido un defensor apasionado de la protección del planeta.
### Un Encuentro de Tradiciones y Simbolismo
La Capilla Sixtina, famosa por sus frescos de Miguel Ángel y Botticelli, sirvió como telón de fondo para esta ceremonia histórica. Carlos III, vestido con un traje azul, y Camila, luciendo un elegante vestido negro y velo, se unieron a León XIV y Cottrell en un acto que no solo fue religioso, sino también un símbolo de unidad y diálogo entre diferentes tradiciones cristianas. Este evento se produce en un contexto donde las divisiones religiosas han sido históricamente profundas, especialmente desde la ruptura de Enrique VIII con Roma en 1534.
La ruptura de Enrique VIII, motivada por su deseo de anular su matrimonio con Catalina de Aragón, llevó a la creación de la Iglesia de Inglaterra y a un cisma que ha perdurado durante siglos. La oración conjunta de Carlos III y León XIV es un paso hacia la superación de esas divisiones, mostrando que el diálogo y la colaboración son posibles incluso entre las instituciones más antiguas y arraigadas.
Antes de la ceremonia, Carlos III y el Papa se reunieron en privado durante aproximadamente 45 minutos en la Biblioteca Apostólica. Durante este encuentro, el rey británico le obsequió al Papa una fotografía de plata y un ícono de San Eduardo, ‘el Confesor’. A cambio, León XIV le entregó una versión a escala del mosaico de ‘Cristo Pantocrátor’ de la Catedral Normanda de Cefalú, un gesto que simboliza el respeto mutuo y la importancia de la historia compartida.
### Un Mensaje de Esperanza y Sostenibilidad
La oración ecuménica no solo se centró en la reconciliación entre las dos tradiciones religiosas, sino que también abordó un tema crucial en la actualidad: la defensa del medio ambiente. Carlos III, conocido por su compromiso con la sostenibilidad, ha trabajado incansablemente en iniciativas que promueven la protección del planeta. Este evento se alinea con su visión de un futuro más sostenible y su deseo de involucrar a líderes de diferentes sectores en la lucha contra el cambio climático.
Después de la ceremonia, el rey y el Papa se trasladaron a la Sala Regia, donde se reunieron con representantes de organizaciones climáticas y líderes del sector privado. Esta reunión es parte de la Iniciativa de Mercados Sostenibles, que Carlos III fundó durante su tiempo como príncipe de Gales. La participación del Papa en este tipo de iniciativas resalta la importancia de la colaboración entre la religión y la ciencia en la búsqueda de soluciones a los problemas ambientales que enfrenta el mundo.
El encuentro entre Carlos III y León XIV es un recordatorio de que, a pesar de las diferencias históricas y doctrinales, el diálogo y la cooperación son posibles. Este evento no solo marca un nuevo capítulo en las relaciones entre la Iglesia Católica y la monarquía británica, sino que también ofrece un mensaje de esperanza en un momento en que el mundo enfrenta desafíos significativos, tanto en términos de sostenibilidad como de unidad entre diferentes tradiciones y creencias.