En un operativo que comenzó a las 01:00 del 11 de noviembre de 2025, se llevó a cabo un nuevo traslado masivo de reclusos desde Guayaquil hacia la Cárcel del Encuentro, ubicada en Santa Elena. Este movimiento es parte de una estrategia del gobierno ecuatoriano para abordar la crisis penitenciaria que ha afectado al país en los últimos años. La vía a Daule fue cerrada al tráfico vehicular durante el traslado, que involucró a aproximadamente 300 privados de libertad provenientes de diversas cárceles, incluyendo la famosa prisión de máxima seguridad conocida como La Roca.
Entre los reclusos trasladados se encuentra el exvicepresidente Jorge Glas, quien había estado cumpliendo su condena en La Roca. Este traslado se produce en un contexto de creciente violencia en las cárceles ecuatorianas, donde se han registrado asesinatos de prisioneros a un ritmo alarmante, con un reo asesinado cada 18 horas en los últimos 48 días. La situación se ha vuelto insostenible, lo que ha llevado al gobierno a tomar medidas drásticas como la construcción de nuevas instalaciones penitenciarias.
La Cárcel del Encuentro, que comenzó a construirse en junio de 2024 con un presupuesto de 52 millones de dólares, está diseñada para albergar a unos 800 reclusos. Este nuevo centro penitenciario se presenta como una solución a la crisis de hacinamiento y violencia que ha caracterizado a las prisiones en Ecuador. El ministro del Interior, John Reimberg, ha asegurado que la nueva cárcel cuenta con tecnología avanzada para prevenir la entrada de objetos prohibidos y está equipada con instalaciones médicas para atender a los internos sin necesidad de trasladarlos a hospitales externos.
El traslado de los reclusos se realizó en un operativo que duró más de dos horas, durante el cual se utilizaron al menos 17 autobuses para transportar a los prisioneros. Este movimiento no solo busca descomprimir las cárceles existentes, sino también mejorar las condiciones de seguridad y convivencia entre los internos. La Cárcel del Encuentro se ha diseñado con el objetivo de reducir la violencia y los enfrentamientos entre bandas rivales, que han sido la causa de la mayoría de los asesinatos en las prisiones ecuatorianas.
Desde 2021, más de 500 reclusos han perdido la vida en enfrentamientos dentro de las cárceles del país, lo que ha llevado a una creciente preocupación por la seguridad y el bienestar de los internos. La construcción de la Cárcel del Encuentro es vista como un paso necesario para abordar esta crisis, aunque muchos críticos argumentan que se necesita un enfoque más integral que incluya reformas en el sistema judicial y en las políticas de rehabilitación de los reclusos.
La situación en las cárceles ecuatorianas ha sido objeto de atención internacional, y el gobierno de Ecuador ha enfrentado presiones para mejorar las condiciones de vida de los prisioneros y garantizar su seguridad. La construcción de nuevas instalaciones es solo una parte de un esfuerzo más amplio para reformar un sistema que ha sido criticado por su falta de recursos y por la corrupción que ha permitido que las bandas criminales operen dentro de las prisiones.
El traslado de reclusos a la Cárcel del Encuentro es un intento de poner fin a la crisis de violencia que ha asolado a las prisiones ecuatorianas. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá de la implementación efectiva de medidas de seguridad y de un compromiso real por parte del gobierno para abordar las causas subyacentes de la violencia en el sistema penitenciario. La comunidad internacional estará atenta a los resultados de este traslado y a la evolución de la situación en las cárceles de Ecuador, donde la vida de miles de reclusos está en juego.
