El reciente anuncio del presidente Daniel Noboa sobre la fusión del Ministerio de la Mujer con el Ministerio de Gobierno ha generado un amplio debate en la sociedad ecuatoriana. Esta decisión, que forma parte de una estrategia más amplia para reducir el número de ministerios y optimizar la administración pública, plantea interrogantes sobre el futuro de los derechos de las mujeres y la atención a sus necesidades en el país.
La fusión fue confirmada el 15 de agosto de 2025, cuando Noboa emitió un decreto ejecutivo que establece que el Ministerio de Gobierno asumirá todas las competencias, atribuciones y funciones que anteriormente correspondían al Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos. Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio para implementar una reforma institucional que busca mejorar la eficiencia administrativa del gobierno.
### Implicaciones de la Fusión para los Derechos de las Mujeres
La integración del Ministerio de la Mujer en el Ministerio de Gobierno ha suscitado preocupaciones entre colectivos sociales y feministas. La marcha por el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, que tuvo lugar en Quito el 25 de noviembre de 2024, fue un claro reflejo de la inquietud que existe en torno a esta fusión. Activistas temen que la eliminación de un ministerio específico para la mujer pueda debilitar la atención y protección de los derechos de este grupo vulnerable.
El decreto ejecutivo 101, que formaliza la fusión, menciona que se garantizará la desconcentración de los procesos sustantivos, lo que implica que las funciones relacionadas con los derechos de las mujeres no desaparecerán, sino que se integrarán en la estructura del Ministerio de Gobierno. Sin embargo, la falta de claridad sobre cómo se implementará esta desconcentración ha dejado a muchos en la incertidumbre. La pregunta que persiste es si se creará una dependencia dentro del Ministerio de Gobierno que se encargue de las competencias del antiguo Ministerio de la Mujer o si, por el contrario, estas funciones se diluirán en un ministerio más amplio, lo que podría resultar en una menor atención a las problemáticas específicas que enfrentan las mujeres en Ecuador.
Además, el decreto establece que todas las partidas presupuestarias y bienes del Ministerio de la Mujer pasarán a formar parte del patrimonio del Ministerio de Gobierno. Esto plantea otra preocupación: ¿se mantendrá el mismo nivel de financiamiento y recursos para las iniciativas que apoyan a las mujeres? La experiencia en otros países ha demostrado que, tras fusiones similares, los presupuestos destinados a temas de género suelen ser los primeros en ser recortados.
### Reacciones de la Sociedad Civil y Futuras Perspectivas
La reacción de la sociedad civil ha sido variada. Por un lado, algunos sectores apoyan la idea de reducir el número de ministerios como una medida necesaria para mejorar la eficiencia del gobierno. Sin embargo, muchos otros consideran que la fusión es un retroceso en la lucha por los derechos de las mujeres. Organizaciones feministas han expresado su preocupación de que esta decisión pueda llevar a una disminución en la atención a temas críticos como la violencia de género, la salud reproductiva y la igualdad de oportunidades.
La falta de un ministerio dedicado exclusivamente a los derechos de las mujeres podría significar que las políticas y programas específicos que abordan estas cuestiones se vean relegados a un segundo plano. Esto es especialmente preocupante en un contexto donde la violencia contra las mujeres y la desigualdad de género siguen siendo problemas persistentes en Ecuador.
A medida que se implementan estas reformas, será crucial que el gobierno mantenga un diálogo abierto con las organizaciones de la sociedad civil y los grupos de mujeres. La participación activa de estos actores es fundamental para asegurar que las necesidades y preocupaciones de las mujeres sean escuchadas y atendidas en el nuevo marco institucional.
La fusión de ministerios en Ecuador es un tema complejo que requiere un análisis cuidadoso y una vigilancia constante. La forma en que se lleve a cabo esta integración y cómo se gestionen las competencias relacionadas con los derechos de las mujeres será determinante para el futuro de la política de género en el país. La sociedad ecuatoriana estará atenta a los próximos pasos del gobierno y a cómo se garantizarán los derechos de las mujeres en este nuevo escenario administrativo.