En el contexto de las recientes manifestaciones en Imbabura, Ecuador, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) ha emitido un comunicado en el que se refiere al diálogo entre el Gobierno y dos organizaciones indígenas de la provincia. Este pronunciamiento se produce tras el anuncio del fin del paro en la región, que ha sido el epicentro de protestas desde la eliminación del subsidio al diésel. La situación en Imbabura sigue siendo tensa, con bloqueos viales reportados por el Sistema Integrado de Seguridad ECU 911, a pesar de los esfuerzos por alcanzar un acuerdo.
La Conaie ha hecho un llamado a la unidad del movimiento indígena, enfatizando que las decisiones tomadas por las organizaciones locales deben ser respetadas, pero también recordando que las demandas planteadas durante el paro nacional son de carácter nacional. Este llamado a la calma se produce en un momento en que las comunidades indígenas de Imbabura se encuentran divididas respecto a los acuerdos alcanzados con el Gobierno.
### El Contexto de las Protestas en Imbabura
Las manifestaciones en Imbabura comenzaron como respuesta a la eliminación del subsidio al diésel, lo que generó un descontento generalizado entre las comunidades indígenas y campesinas. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) convocó a un paro nacional que se extendió durante 23 días, durante los cuales se llevaron a cabo diversas protestas y bloqueos en las vías de la región. La situación se intensificó, llevando a un diálogo entre el Gobierno de Daniel Noboa y representantes de la Unión de Organizaciones Campesinas Indígenas de Cotacachi (Unorcac) y la Federación de los Pueblos Kichwa de la Sierra Norte del Ecuador (FICI).
El acuerdo alcanzado en este diálogo incluía la liberación de los detenidos durante las protestas y la habilitación de las vías de Imbabura. Sin embargo, no todos los grupos indígenas aceptaron los términos del acuerdo. En una reunión celebrada en el parque central de Otavalo, representantes de comunidades como Peguche, Karanki, Huaycopungo y Eugenio Espejo expresaron su desacuerdo con los resultados del diálogo, lo que indica que la situación sigue siendo volátil.
La alcaldesa de Otavalo, Anabell Hermoso, se reunió con los ciudadanos que se oponían a los acuerdos y les explicó que el Gobierno había propuesto establecer mesas técnicas para discutir el decreto 126, que elimina el subsidio al diésel. Sin embargo, la ministra de Gobierno, Zaida Rovira, aclaró que la derogación de este decreto no estaba en la agenda de discusión, lo que ha generado más frustración entre las comunidades.
### La Respuesta de la Conaie y la Situación Actual
La Conaie ha reiterado su apoyo a las decisiones de las comunidades locales, pero también ha enfatizado que las demandas del paro nacional son de carácter nacional y deben ser atendidas en su totalidad. En un comunicado, la organización hizo un llamado a la unidad y a la calma, recordando que el Consejo de Gobierno de la Conaie no fue convocado a las negociaciones, lo que ha llevado a una sensación de descontento entre algunos sectores.
Además, la Conaie ha organizado un convoy humanitario para llevar víveres, medicinas y otros insumos básicos a las comunidades afectadas en Imbabura. La recepción de donaciones se está llevando a cabo en su sede en Quito, donde se están recolectando medicamentos, kits de primeros auxilios y alimentos no perecibles. Esta acción refleja la preocupación de la organización por la situación humanitaria en la región, donde los bloqueos han dificultado el acceso a suministros esenciales.
A pesar de los esfuerzos por alcanzar un acuerdo, la situación en Imbabura sigue siendo tensa. Las comunidades indígenas han declarado que se mantienen en resistencia, y algunos grupos han anunciado que continuarán con sus protestas hasta que se atiendan sus demandas. La falta de consenso entre las diferentes organizaciones indígenas y el Gobierno indica que el camino hacia la paz y la estabilidad en la región aún es incierto.
La situación en Imbabura es un reflejo de las tensiones más amplias en Ecuador, donde las comunidades indígenas han estado luchando por sus derechos y demandas durante años. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será crucial observar cómo el Gobierno y las organizaciones indígenas manejan este delicado equilibrio entre el diálogo y la protesta.