La reciente aprobación de la Ley de Fortalecimiento y Sostenibilidad Crediticia ha generado un amplio debate sobre los riesgos financieros que enfrenta el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess). Esta ley permite al Biess endeudarse y vender su cartera, lo que podría comprometer la estabilidad financiera de la entidad y, por ende, los fondos de los afiliados y jubilados. Un informe técnico del propio Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha alertado sobre las implicaciones de estas reformas, destacando que el Biess podría no tener la capacidad de pago necesaria para asumir nuevas deudas sin poner en riesgo los ahorros de sus afiliados.
**Cambios en la Operativa del Biess**
Antes de la reforma, el Biess tenía restricciones en cuanto a sus operaciones financieras. Su enfoque principal era invertir los ahorros de los afiliados en créditos hipotecarios y en bonos del Estado, asegurando que las inversiones fueran de bajo riesgo. Sin embargo, con la nueva ley, se abre la posibilidad de que el Biess se endeude con bancos nacionales e internacionales para obtener liquidez. Esto incluye la opción de realizar operaciones de reporto, donde el Biess podría vender activos financieros con el compromiso de recomprarlos en un corto plazo. Aunque esto podría proporcionar liquidez inmediata, también implica riesgos significativos.
Por ejemplo, si el Biess utiliza bonos del Estado como garantía para un préstamo y el valor de esos bonos disminuye debido a un aumento en el riesgo país, el Biess podría enfrentar un margin call. Esto significa que el banco prestamista podría exigir más garantías o el pago anticipado de parte del préstamo, lo que podría llevar al Biess a una crisis de liquidez. La advertencia del informe del IESS es clara: el Biess no cuenta con la capacidad de pago suficiente para asumir nuevas deudas, lo que representa un alto riesgo para su sostenibilidad.
**El Déficit del IESS y sus Implicaciones**
El déficit del IESS es otro factor crítico a considerar. Desde 2014, el IESS ha estado operando con un déficit, lo que significa que sus gastos superan sus ingresos. Esta situación ha llevado al IESS a solicitar al Biess que desinvierta y transfiera liquidez para cubrir sus obligaciones, como el pago de pensiones y atención médica. En 2025, se estimó que el IESS necesitaría que el Biess desinvierta aproximadamente USD 1.569 millones para cumplir con sus compromisos.
La relación entre el déficit del IESS y la capacidad del Biess para asumir nuevas deudas es preocupante. Si el Biess se ve obligado a endeudarse sin contar con ingresos adicionales, podría enfrentar dificultades para pagar tanto su déficit como el capital e intereses de la nueva deuda. Esto podría comprometer aún más los fondos de los afiliados y jubilados, lo que es inaceptable para la sostenibilidad del sistema de seguridad social.
**Riesgos Técnicos y Falta de Supervisión**
El informe del IESS también señala que el Biess carece de la estructura técnica necesaria para manejar los riesgos asociados con estas nuevas operaciones. La falta de un departamento de tesorería que funcione como un core bancario es un ejemplo de esta deficiencia. La ley permite al Biess tomar decisiones financieras complejas sin la supervisión técnica adecuada, lo que podría llevar a decisiones erróneas que pongan en peligro los fondos de los afiliados.
Además, el informe sugiere que se establezcan límites al endeudamiento del Biess, similar a las regulaciones que existen en la banca privada. Sin embargo, la ley fue aprobada sin incluir tales límites, lo que abre la puerta a un endeudamiento excesivo. Esto es especialmente preocupante dado que el Biess ya tiene una exposición significativa a bonos del Estado, que representan casi la mitad de su portafolio de inversión. Si el Gobierno, que es el mayor deudor del Biess, no puede cumplir con sus obligaciones, la estabilidad financiera del Biess podría verse gravemente afectada.
**La Falta de Claridad en el Uso de la Liquidez**
Otro aspecto crítico que se destaca en el informe es la falta de claridad sobre el uso de la liquidez que el Biess obtenga a través de estas nuevas operaciones. La ley no especifica si el dinero se destinará a otorgar más créditos a los afiliados o a realizar inversiones en bonos del Estado. Esta ambigüedad podría llevar a decisiones discrecionales que aumenten la exposición del Biess al riesgo del propio Gobierno.
En resumen, la nueva Ley de Fortalecimiento y Sostenibilidad Crediticia del Biess plantea serios riesgos financieros que deben ser considerados con cautela. La falta de capacidad de pago, el déficit del IESS, la ausencia de supervisión técnica y la falta de límites al endeudamiento son factores que podrían comprometer la estabilidad del Biess y, en última instancia, la seguridad de los fondos de los afiliados y jubilados. La situación exige un análisis profundo y una regulación adecuada para proteger los intereses de los ciudadanos que dependen del sistema de seguridad social.
