El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha presentado una propuesta para la creación de una Asamblea Constituyente que busca reformar la estructura política del país. Esta iniciativa, que ha generado un amplio debate, plantea una distribución de escaños que podría alterar significativamente la representación de las provincias en el ámbito legislativo. La propuesta original fue enviada a la Corte Constitucional para su revisión, tras recibir críticas sobre la ambigüedad en el cálculo de los asambleístas provinciales. En este artículo, exploraremos los detalles de la propuesta y su impacto en la representación política de las provincias ecuatorianas.
### Detalles de la Propuesta de Asamblea Constituyente
La propuesta de Noboa establece que la Asamblea Constituyente estará compuesta por un total de 80 miembros. Esta cifra incluye 22 asambleístas nacionales, 50 asambleístas provinciales y 6 asambleístas que representarán a los ecuatorianos en el exterior. Uno de los aspectos más controvertidos de esta propuesta es la forma en que se asignarán los escaños provinciales. Según el nuevo decreto, cada provincia tendrá al menos un asambleísta, y se añadirá uno adicional por cada 471,000 habitantes, de acuerdo con los resultados del censo poblacional de 2022.
Sin embargo, la falta de claridad en la distribución de los escaños ha llevado a que 14 provincias solo cuenten con un asambleísta, lo que implica que solo un partido o movimiento político podrá representar a esas provincias. Por otro lado, se prevé que ocho provincias tengan dos asambleístas, mientras que dos provincias y el Distrito Metropolitano de Quito tendrán más de tres. Esta distribución ha suscitado preocupaciones sobre la representatividad de provincias como Cotopaxi e Imbabura, que tienen poblaciones significativas pero podrían verse subrepresentadas en comparación con las circunscripciones del exterior.
### Críticas y Reacciones a la Propuesta
La propuesta de Noboa ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores de la sociedad ecuatoriana. Uno de los puntos más discutidos es la representación de los ecuatorianos en el exterior, que, a pesar de tener una población menor, recibiría una mayor cantidad de asambleístas en comparación con provincias con una población considerablemente mayor. Por ejemplo, Latinoamérica, el Caribe y África, que contaban con apenas 24,000 empadronados en las elecciones pasadas, tendrían dos constituyentes, mientras que Cotopaxi, con 470,000 habitantes, solo tendría uno.
Este desbalance en la representación ha llevado a que muchos cuestionen la equidad de la propuesta. La Corte Constitucional deberá analizar nuevamente estos aspectos en un tercer dictamen, y si la propuesta logra superar esta revisión, el proceso avanzará al Consejo Nacional Electoral (CNE) para la organización de las elecciones de asambleístas constituyentes.
Además, se ha señalado que el método de asignación de escaños, que se basará en el sistema D’Hondt, podría favorecer a los partidos más votados, especialmente en provincias donde solo habrá un asambleísta. Este método, que se basa en divisores sucesivos, ha sido utilizado anteriormente en Ecuador y ha permitido a ciertos partidos obtener mayorías en la Asamblea. Sin embargo, en este caso, podría resultar en una falta de diversidad política en las provincias con un solo representante.
La propuesta de Noboa también ha sido vista como una oportunidad para que el gobierno actual ajuste su estrategia política y busque consolidar su poder en la Asamblea. La posibilidad de que un solo partido obtenga la representación en provincias con un solo asambleísta podría llevar a una mayor polarización política y a la exclusión de voces alternativas en el proceso legislativo.
En resumen, la propuesta de Daniel Noboa para la creación de una Asamblea Constituyente en Ecuador plantea importantes cambios en la representación política del país. La distribución de escaños, que favorece a las circunscripciones del exterior en detrimento de provincias con poblaciones significativas, ha generado un intenso debate sobre la equidad y la representatividad en el sistema político ecuatoriano. A medida que el proceso avanza, será crucial observar cómo se desarrollan las discusiones en la Corte Constitucional y cómo se implementarán las elecciones de asambleístas constituyentes.