La situación en Ecuador ha tomado un giro significativo tras un mes de protestas lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). En respuesta a las demandas de la población y a la creciente tensión en las calles, el presidente Daniel Noboa ha anunciado una serie de medidas para restablecer el orden en la provincia de Imbabura, epicentro de las manifestaciones. Este artículo explora las acciones del gobierno y las Fuerzas Armadas en su intento por reabrir las vías y restablecer la normalidad en la región.
**Acciones del Gobierno y la Cúpula Militar**
El 22 de octubre de 2025, la alta cúpula de las Fuerzas Armadas ecuatorianas se reunió en la IV División Amazonas, ubicada en Atuntaqui, para coordinar una nueva fase operativa destinada a habilitar las vías cerradas en Imbabura. Este encuentro fue encabezado por el comandante general del Ejército, Jhon Miño, y el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Henry Delgado. La reunión se llevó a cabo poco después de que el presidente Noboa advirtiera sobre la necesidad de tomar decisiones más contundentes para recuperar el orden en la región.
La estrategia del gobierno incluye el refuerzo del contingente militar en la provincia, así como el apoyo logístico y operativo desde otras regiones del país. Según fuentes militares, se ha planificado el traslado de más personal para garantizar la libre movilidad y el abastecimiento en las áreas afectadas por las protestas. Esta intervención busca no solo restablecer el tráfico en las vías, sino también evitar enfrentamientos con las comunidades indígenas que aún mantienen bloqueos intermitentes en la Panamericana Norte (E35).
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional han intensificado su presencia en las ciudades de Otavalo y Atuntaqui, donde se realizan patrullajes con el objetivo de restablecer la normalidad. Sin embargo, la situación es delicada, ya que las comunidades indígenas han expresado su descontento por la falta de respuesta a sus demandas, que incluyen la derogación del Decreto Ejecutivo No. 126, la reducción del IVA al 12% y una mayor inversión en salud y educación.
**Desafíos y Demandas de las Comunidades Indígenas**
A pesar de los esfuerzos del gobierno por reabrir las vías, las organizaciones indígenas han reiterado que sus demandas no han sido atendidas. Desde el inicio del paro, han exigido un diálogo formal que contemple sus preocupaciones y necesidades. Sin embargo, el gobierno ha insistido en que las vías deben ser abiertas antes de cualquier negociación, lo que ha generado un clima de tensión y desconfianza entre las partes.
Algunas comunidades han decidido retirarse a sus territorios, alegando que solo Imbabura se ha sumado al paro, lo que ha llevado a una fragmentación en las protestas. Este retiro podría complicar aún más la situación, ya que la falta de unidad entre las comunidades indígenas podría debilitar su capacidad de negociación con el gobierno.
El gobierno, por su parte, ha llevado a cabo operaciones psicológicas, como sobrevuelo de aeronaves con banderas de Ecuador, con el fin de enviar un mensaje a la población para que se termine el paro. Esta estrategia busca evitar confrontaciones y restablecer la paz en la región, aunque su efectividad es cuestionada por quienes consideran que las demandas de las comunidades indígenas deben ser atendidas de manera urgente.
La situación en Imbabura es un reflejo de las tensiones sociales que enfrenta Ecuador, donde las demandas de las comunidades indígenas y la respuesta del gobierno se encuentran en un punto crítico. La capacidad del gobierno para manejar esta crisis y atender las demandas de la población será fundamental para restablecer la paz y la normalidad en el país. Mientras tanto, las Fuerzas Armadas continúan preparándose para una nueva fase operativa que busca recuperar el control y la circulación en las vías de Imbabura, en un contexto marcado por la incertidumbre y la desconfianza.