El 26 de septiembre de 2025, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se dirigió a la Asamblea General de la ONU en un contexto marcado por la controversia y la protesta. Su discurso, que se centró en la situación en la Franja de Gaza, fue recibido con una notable ausencia de delegados, quienes abandonaron la sala en un acto de protesta. Este evento no solo refleja las tensiones actuales en el conflicto israelí-palestino, sino que también pone de manifiesto las divisiones políticas en el ámbito internacional.
### La Protesta Diplomática
Al iniciar su intervención, Netanyahu se encontró con una sala casi vacía, ya que numerosos representantes de diferentes países decidieron abandonar el recinto como una forma de manifestar su desacuerdo con las políticas israelíes. Aunque no está claro si hubo una coordinación previa entre los diplomáticos para llevar a cabo esta acción, se estima que cerca de un centenar de delegados se retiraron. Este acto de protesta se produce en un momento en que la comunidad internacional está cada vez más dividida sobre el conflicto en Gaza y las acciones de Israel.
En un intento de contrarrestar la protesta, un grupo de israelíes y judíos se situó en los balcones de la Asamblea, mostrando su apoyo a Netanyahu con aplausos y gritos de ánimo. Este contraste entre la protesta diplomática y el apoyo visible a Netanyahu resalta la polarización que rodea el conflicto y las diferentes percepciones sobre la situación en Gaza.
### Declaraciones de Netanyahu
Durante su discurso, Netanyahu abordó las acusaciones de genocidio en Gaza, que han sido planteadas por varios países y organizaciones internacionales. Afirmó que Israel «debe acabar el trabajo» en la Franja de Gaza, justificando así la ofensiva militar en curso. «Los últimos elementos, los últimos remanentes de Hamás, se atrincheran en la ciudad de Gaza. Juran repetir las atrocidades del 7 de octubre una y otra vez», declaró, refiriéndose a un ataque previo que dejó un saldo devastador.
Además, Netanyahu reiteró su firme postura en contra del reconocimiento de un Estado palestino, calificándolo de «locura» y afirmando que Israel no cometerá un «suicidio nacional» al aceptar tal reconocimiento. Sus comentarios se dirigieron también a aquellos países que han reconocido recientemente el Estado palestino, como Francia, Reino Unido, Australia y Canadá, a quienes acusó de «recompensar a los más antisemitas del mundo». Esta retórica no solo refleja la postura de Netanyahu, sino que también pone de relieve la creciente tensión entre Israel y varios países occidentales que han adoptado una posición más favorable hacia Palestina.
### Contexto Internacional
El discurso de Netanyahu en la ONU se produce en un momento crítico para el conflicto en Gaza, donde la situación humanitaria ha alcanzado niveles alarmantes. Las tensiones entre Israel y Palestina se han intensificado, y la comunidad internacional se enfrenta a un dilema sobre cómo abordar la crisis. La respuesta de los países a las acciones de Israel ha variado, con algunos apoyando firmemente a Israel y otros condenando sus acciones como violaciones de derechos humanos.
La protesta en la ONU también refleja un cambio en la percepción global sobre el conflicto. A medida que más países se pronuncian a favor del reconocimiento de un Estado palestino, la presión sobre Israel para que modifique su enfoque se intensifica. Este cambio en la dinámica internacional podría tener implicaciones significativas para el futuro del conflicto y las relaciones en la región.
### Reacciones y Consecuencias
Las reacciones al discurso de Netanyahu han sido diversas. Mientras que algunos líderes mundiales han expresado su apoyo a Israel y su derecho a defenderse, otros han criticado las acciones del gobierno israelí, considerándolas desproporcionadas y perjudiciales para la paz en la región. La comunidad internacional se encuentra en una encrucijada, con la necesidad de encontrar un equilibrio entre el apoyo a Israel y la defensa de los derechos de los palestinos.
En medio de este contexto, la figura de Netanyahu sigue siendo polarizadora. Su enfoque agresivo hacia Gaza y su rechazo a las demandas internacionales para un alto el fuego han generado críticas tanto dentro como fuera de Israel. A medida que la situación en Gaza continúa deteriorándose, la presión sobre Netanyahu para que cambie su estrategia podría aumentar, aunque su retórica sugiere que está decidido a mantener su curso actual.
La Asamblea General de la ONU se ha convertido en un escenario clave para el debate sobre el conflicto israelí-palestino, y el discurso de Netanyahu es un reflejo de las tensiones que persisten en la arena internacional. A medida que el conflicto avanza, las repercusiones de estas acciones y declaraciones seguirán resonando en el ámbito global, afectando las relaciones diplomáticas y la percepción pública sobre el conflicto en Gaza.