En un contexto de creciente descontento social, trabajadores de la salud pública se manifestaron en Quito el 16 de julio de 2025, exigiendo la inconstitucionalidad de la Ley de Integridad Pública. Esta movilización, aunque no masiva, reunió a cerca de 50 representantes del sector en el Parque El Arbolito, quienes marcharon hacia la Corte Constitucional para presentar su demanda. La situación se agrava con la reciente aprobación de varias leyes por parte de la Asamblea Nacional, que han generado más de 18 demandas de inconstitucionalidad por parte de diferentes gremios y organizaciones sociales.
La Ley de Integridad Pública ha sido objeto de críticas por su rápida aprobación, que según los representantes del sector salud, se realizó sin el debido diálogo y consenso. Santiago Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, expresó su preocupación por el impacto que esta normativa tendrá en los derechos adquiridos de los trabajadores. «Esta ley fue hecha en tres o cuatro días, sin ningún respeto para convocar a los sectores que deberían participar en su discusión», afirmó Carrasco, quien también destacó que varios artículos de la ley afectan aspectos cruciales como las compras públicas, las evaluaciones de desempeño y las jubilaciones.
Marianita de Jesús Narváez, representante de la Federación de Asociaciones de Profesionales de Enfermería (Faperpisec), se unió a las críticas, señalando que la ley pone en riesgo la estabilidad laboral del personal operativo. «Con tres evaluaciones insuficientes, pueden ser desvinculados. ¿Pero con qué herramientas trabajamos si no hay insumos?», cuestionó Narváez. Además, criticó los cambios en las condiciones de jubilación, que proponen que los trabajadores se jubilen a los 70 años, lo que considera absurdo.
Los manifestantes no se oponen a la evaluación de su desempeño, sino a los métodos que consideran arbitrarios y desconectados de la realidad del sistema de salud, que enfrenta carencias estructurales desde hace décadas. La movilización también se enmarca en la declaratoria de emergencia del sistema nacional de salud, que ha sido golpeado por la falta de especialistas, insumos, infraestructura y seguridad para los profesionales.
### Contexto de la Crisis en el Sector Salud
La crisis en el sector salud ecuatoriano no es un fenómeno nuevo, sino que se ha ido agudizando con el tiempo. La falta de recursos, la escasez de personal especializado y la infraestructura deficiente han llevado a una situación insostenible. La reciente aprobación de leyes que afectan directamente a los trabajadores de la salud ha encendido aún más la llama del descontento.
La Ley de Integridad Pública, junto con otras normativas como la Ley de Solidaridad Nacional y la Ley de Inteligencia, han sido vistas como un intento del gobierno por consolidar su poder y limitar los derechos de los trabajadores. Los gremios de salud han denunciado que estas leyes no solo son inconstitucionales, sino que también agravan la crisis existente, poniendo en riesgo la atención médica que reciben los ciudadanos.
La movilización del 16 de julio es solo una de las muchas acciones que han tomado los trabajadores de la salud en los últimos meses. La Corte Constitucional ha recibido un número creciente de demandas que cuestionan la legalidad de estas leyes, reflejando un clima de creciente tensión entre el gobierno y las organizaciones sociales. La falta de diálogo y la imposición de normativas sin la participación de los sectores afectados han generado un ambiente de desconfianza y frustración.
### Reacciones y Futuras Movilizaciones
Las reacciones a la marcha del 16 de julio han sido variadas. Mientras que algunos sectores apoyan las demandas de los trabajadores de la salud, otros critican la falta de organización y la escasa participación de la ciudadanía en estas movilizaciones. Sin embargo, los líderes del movimiento han dejado claro que continuarán luchando por sus derechos y que no se detendrán hasta que se escuchen sus voces.
La situación en el sector salud es un reflejo de un problema más amplio en el país, donde la falta de diálogo y la polarización política han llevado a una crisis de gobernabilidad. Los trabajadores de la salud han prometido seguir movilizándose y buscando apoyo de otros sectores para fortalecer su lucha. La próxima semana se espera una nueva manifestación, que podría atraer a más participantes y generar un mayor impacto en la opinión pública.
En este contexto, la presión sobre el gobierno para que reconsidere las leyes aprobadas y abra un espacio de diálogo con los trabajadores de la salud es cada vez mayor. La movilización del 16 de julio es solo el comienzo de lo que podría ser un largo camino hacia la reivindicación de los derechos de los trabajadores de la salud en Ecuador.