La reciente operación policial en Durán, un cantón cercano a Guayaquil, ha revelado la gravedad de la situación de seguridad en Ecuador. En un operativo denominado «Tormenta», las autoridades lograron desmantelar una guarida de mafias criminales, resultando en la detención de siete individuos y un adolescente de 16 años que custodiaba a un ciudadano secuestrado. Este suceso, que tuvo lugar el 17 de septiembre de 2025, pone de manifiesto el uso de menores en actividades delictivas por parte de las bandas organizadas.
### La Realidad del Secuestro en Ecuador
El secuestro con fines extorsivos se ha convertido en uno de los delitos más comunes en Ecuador, con Guayaquil siendo el epicentro de esta problemática. Según las estadísticas, la ciudad concentra el 38% de las denuncias de secuestro a nivel nacional, lo que refleja una crisis de seguridad alarmante. Durante el operativo en Durán, la Policía Nacional no solo rescató al ciudadano secuestrado, sino que también detuvo a varios miembros de la banda criminal conocida como Chone Killers.
El comandante de la Zona 8, Francisco Zumárraga, destacó que las bandas criminales a menudo utilizan a menores de edad para llevar a cabo sus actividades ilícitas, lo que complica aún más la lucha contra el crimen organizado. El adolescente detenido fue aislado mientras se investiga su implicación en el secuestro, un proceso que podría tener repercusiones significativas en su futuro.
### Decomisos Sorprendentes y el Tráfico de Especies
Además de las detenciones, el operativo también resultó en el decomiso de una cantidad significativa de armamento y drogas. Las autoridades incautaron dos armas de fuego, cinco granadas y decenas de municiones, lo que indica la peligrosidad de las bandas que operan en la región. Sin embargo, dos hallazgos llamaron especialmente la atención de los agentes: un loro de cabeza azul y una sustancia conocida como cocaína rosada, o tusi.
El loro, que fue encontrado en una jaula y presentaba signos de maltrato, es una especie silvestre que se estima fue objeto de tráfico. Este delito es severamente castigado en Ecuador, con penas que pueden alcanzar hasta cinco años de prisión. La situación del loro refleja no solo la violencia del crimen organizado, sino también la explotación de la fauna silvestre, un problema que requiere atención urgente.
Por otro lado, la cocaína rosada, que se ha vuelto popular entre los jóvenes y se distribuye en colegios, es un tipo de droga que combina efectos de la cocaína con otros alucinógenos. El Comandante de la Zona 8 confirmó que se decomisaron 1.302 dosis de esta sustancia durante el operativo, lo que subraya la necesidad de una respuesta integral ante el problema de las drogas en el país.
El operativo Tormenta incluyó 17 allanamientos en los barrios de El Recreo y Divino Niño, áreas que han sido tomadas por bandas como los Chone Killers. Este tipo de acciones por parte de la Policía Nacional es crucial para recuperar el control de las zonas afectadas por la violencia y el crimen organizado.
La situación en Durán y Guayaquil es un reflejo de los desafíos que enfrenta Ecuador en términos de seguridad. Con un aumento en los delitos violentos y el uso de menores en actividades criminales, es evidente que se necesita una estrategia más robusta y coordinada para abordar estos problemas de manera efectiva. Las autoridades deben trabajar no solo en desmantelar bandas criminales, sino también en implementar programas de prevención y rehabilitación para jóvenes en riesgo, que son a menudo víctimas de estas organizaciones.
La comunidad también juega un papel fundamental en la lucha contra el crimen. La colaboración entre los ciudadanos y la Policía es esencial para crear un entorno más seguro. Las denuncias y la participación activa de la población pueden marcar la diferencia en la lucha contra el crimen organizado y la violencia en Ecuador. La situación actual exige un compromiso colectivo para restaurar la paz y la seguridad en las comunidades afectadas.