La pérdida de empleo es una situación que puede generar una gran incertidumbre económica, especialmente en un país como Ecuador, donde la tasa de desempleo se sitúa en un 3.6% de la población, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). En agosto de 2025, se registraron alrededor de 320,031 personas desempleadas. Ante esta realidad, es crucial que los trabajadores conozcan sus opciones antes de tomar decisiones financieras, como el retiro de fondos de cesantía del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
### Comprendiendo el Fondo de Cesantía
El fondo de cesantía es un ahorro personal que se forma con el 2% del aporte mensual del trabajador. Este dinero se acumula en una cuenta individual y puede ser retirado cuando el afiliado queda cesante y cumple con ciertos requisitos establecidos por el IESS. Es importante destacar que este fondo no solo representa un ahorro, sino que también puede ser una herramienta financiera valiosa en momentos de necesidad.
Para poder retirar los fondos de cesantía, el afiliado debe cumplir con los siguientes requisitos:
1. Tener al menos 24 aportaciones no simultáneas.
2. Esperar 60 días desde la fecha de cese laboral.
3. Registrar una cuenta bancaria activa en el sistema financiero nacional.
4. No tener préstamos quirografarios ni obligaciones patronales pendientes.
5. Poseer la clave personal del IESS.
Los jubilados o pensionistas tienen la ventaja de poder retirar los fondos sin esperar los 60 días, lo que les proporciona una mayor flexibilidad financiera en su transición a la jubilación.
El proceso para retirar la cesantía se realiza en línea a través del portal del IESS. El afiliado debe ingresar al módulo “Afiliado” y seleccionar la opción “Cesantía” para registrar su solicitud digital. Una vez aprobada, el IESS transfiere el dinero a la cuenta registrada en un plazo máximo de 30 días. Si el afiliado no tiene una cuenta registrada, puede obtener un turno para hacerlo.
### Alternativas al Retiro de Fondos de Cesantía
Antes de decidir retirar los fondos de cesantía, es recomendable considerar otras opciones, como el seguro de desempleo que ofrece el IESS. Este seguro es una prestación económica destinada a trabajadores en relación de dependencia que han sido despedidos de manera intempestiva. Para calificar, el trabajador debe haber estado afiliado por al menos 24 meses y tener seis aportes consecutivos previos al cese. Además, es necesario haber cumplido 60 días de estar cesante.
El seguro de desempleo proporciona un alivio financiero temporal mientras el trabajador busca un nuevo empleo. Este bono se paga durante un período máximo de seis meses y el monto depende del promedio de las últimas remuneraciones recibidas. Por ejemplo, si un afiliado ganaba USD 1,000 mensuales, podría recibir aproximadamente USD 700 el primer mes, con un decrecimiento en los meses siguientes.
Es importante tener en cuenta que quienes negocian su salida de la empresa no tienen derecho a este seguro, así como tampoco los afiliados voluntarios, jubilados o aquellos que no tienen una relación de dependencia. Esto limita el acceso a esta ayuda a un grupo específico de trabajadores, lo que puede generar aún más incertidumbre en momentos de crisis laboral.
### Consideraciones Finales
Antes de tomar la decisión de retirar los fondos de cesantía, es fundamental evaluar todas las opciones disponibles. Si bien el retiro puede parecer una solución rápida, es importante recordar que estos fondos pueden servir como garantía para obtener créditos quirografarios en el Banco del IESS (Biess). Retirar los fondos limita la capacidad de endeudarse con este banco, lo que podría ser perjudicial en el futuro.
En resumen, perder el empleo puede ser un momento crítico en la vida de cualquier trabajador. Sin embargo, es esencial informarse sobre las opciones disponibles, como el seguro de desempleo y el fondo de cesantía, para tomar decisiones financieras que sean beneficiosas a largo plazo. La educación financiera y la planificación son claves para navegar por estos tiempos difíciles y asegurar una transición más suave hacia un nuevo empleo.