La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) ha tomado una postura firme en respuesta al paro nacional liderado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que ha estado en marcha durante 25 días. En una asamblea extraordinaria celebrada el 18 de octubre de 2025, los líderes indígenas decidieron declararse en movilización permanente, enfatizando la defensa de su territorio, vida y derechos colectivos. Esta decisión se produce en un contexto de creciente tensión entre las comunidades indígenas y el gobierno ecuatoriano, que ha sido criticado por su manejo de las políticas relacionadas con el subsidio al diésel y la explotación de recursos naturales.
La reunión, que contó con la presencia de Marlon Vargas, presidente de la Conaie, abordó varios puntos críticos que reflejan las preocupaciones de las comunidades amazónicas. Entre las resoluciones adoptadas, se destaca la oposición a la consulta popular y la propuesta de una nueva constitución, que consideran amenazan los derechos adquiridos por las nacionalidades indígenas. Además, la Confeniae ha expresado su solidaridad con las comunidades de Imbabura, que han sido objeto de represión y cierre de medios de comunicación comunitarios durante las protestas.
### Exigencias de la Confeniae y el Contexto del Paro
Las exigencias de la Confeniae son claras y reflejan un descontento profundo con las políticas gubernamentales. En su asamblea, los líderes indígenas decidieron mantener la movilización constante en respuesta al abandono estatal y la devastación provocada por la explotación petrolera y minera en sus territorios. A pesar de que el paro inicial fue desencadenado por la eliminación del subsidio al diésel, las demandas han evolucionado para incluir la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la liberación de los detenidos durante las manifestaciones.
El gobierno, por su parte, ha intentado deslegitimar las protestas, argumentando que son de naturaleza política y no social. Sin embargo, los líderes indígenas sostienen que su lucha es por la defensa de sus derechos y su territorio, y que la situación actual es un reflejo de un sistema que ha ignorado sus necesidades y demandas durante años. La Confeniae ha dejado claro que no se detendrán hasta que se escuchen sus voces y se tomen en cuenta sus exigencias.
La situación en Ecuador es tensa, con bloqueos en al menos doce vías en tres provincias, siendo Imbabura la más afectada. Las manifestaciones han atraído la atención nacional e internacional, y la respuesta del gobierno ha sido criticada por ser excesiva y represiva. Las comunidades indígenas han denunciado el uso de la fuerza para dispersar las protestas y han llamado a la solidaridad de otros sectores de la sociedad ecuatoriana.
### La Respuesta del Gobierno y el Futuro del Conflicto
El gobierno ecuatoriano, liderado por el presidente Daniel Noboa, ha anunciado medidas para mitigar el impacto de la eliminación del subsidio al diésel, incluyendo un segundo pago de bonos para los transportistas afectados. Sin embargo, estas acciones han sido vistas como insuficientes por las comunidades indígenas, que exigen un diálogo real y efectivo que aborde sus preocupaciones de fondo.
La propuesta de un referéndum para la creación de una nueva Asamblea Constituyente ha generado aún más descontento entre los indígenas, quienes ven en esta iniciativa una amenaza a sus derechos y a la autodeterminación de sus pueblos. La Conaie y la Confeniae han dejado claro que no aceptarán ninguna medida que no contemple su participación activa en el proceso de toma de decisiones que les afecta directamente.
El futuro del conflicto en Ecuador es incierto. Las movilizaciones continúan y la presión sobre el gobierno aumenta. Las comunidades indígenas están decididas a mantener su lucha por la defensa de sus derechos y su territorio, y el gobierno enfrenta el desafío de encontrar una solución que no solo aborde las demandas inmediatas, sino que también reconozca la historia de injusticias y exclusiones que han sufrido estas comunidades a lo largo de los años. La situación actual es un recordatorio de la importancia de un diálogo inclusivo y respetuoso que permita construir un futuro más justo para todos los ecuatorianos.