El periodismo de investigación ha sido un pilar fundamental en la defensa de la verdad y la transparencia en sociedades donde la corrupción y el abuso de poder son comunes. Un claro ejemplo de esta labor es Juan Carlos Calderón, un periodista ecuatoriano con más de 40 años de experiencia, quien ha dedicado su carrera a desentrañar verdades incómodas. Recientemente, fue galardonado con el Premio Internacional Rey de España 2025 por su trabajo en la serie investigativa «Dorada opacidad», que revela la compleja red de contrabando y minería ilegal de oro en América Latina.
**Un trabajo que trasciende fronteras**
La serie «Dorada opacidad» es el resultado de una colaboración entre periodistas de varios países de Sudamérica, incluyendo Brasil, Colombia, Venezuela y Perú. Este esfuerzo conjunto se centró en el análisis de datos masivos y el cruce de información financiera, aduanera y registral, lo que permitió a Calderón y su equipo trazar las rutas del oro desde las zonas de extracción hasta las grandes refinerías en India y las tiendas de lujo en Dubái. La investigación reveló que el oro exportado oficialmente representa solo la mitad de lo que realmente sale de la región, lo que pone de manifiesto la magnitud del contrabando y la minería ilegal.
Calderón destaca que este galardón no solo es un reconocimiento a su trabajo, sino también un homenaje al periodismo honesto de Ecuador, que lucha por el derecho del público a conocer la verdad. «Es un galardón que nos enorgullece como equipo y como país. Lo dedicamos a todos quienes nos han apoyado, pero sobre todo al periodismo honesto del Ecuador», afirma el periodista. La serie no solo se centra en los aspectos técnicos de la investigación, sino que también busca reflejar la realidad que muchos prefieren ignorar, mostrando la opacidad y la corrupción que rodean la industria del oro.
**Desafiando el poder y la corrupción**
El impacto de la investigación de Calderón va más allá de los datos y las cifras. Al abordar temas complejos y riesgosos, el periodista se enfrenta a la incomodidad de sectores del poder que prefieren mantener el status quo. «No estamos tocando temas fáciles. Son asuntos complejos, riesgosos, incómodos para muchos sectores del poder», señala Calderón. La investigación ha puesto de relieve el desinterés de las élites y del propio Estado frente a la minería ilegal y la corrupción institucional.
Uno de los hallazgos más alarmantes de la serie es la existencia de empresas de fachada que, a pesar de tener escasa actividad declarada, lograron exportar más de 500 millones de dólares en oro. Además, se identificaron personas naturales involucradas en operaciones millonarias, algunas sin antecedentes comerciales y otras vinculadas a redes criminales. Calderón enfatiza que el nivel de opacidad y descontrol es escandaloso y que ocurre ante los ojos del Estado. «El oro cuesta sangre y vidas», afirma, subrayando la gravedad de la situación.
La serie «Dorada opacidad» no es la primera investigación de alto impacto liderada por Calderón. Su nombre está vinculado a trabajos previos que han sacudido al país, como el caso «Gran Hermano», que expuso irregularidades en el gobierno de Rafael Correa. Sin embargo, Calderón reconoce que el contexto ha cambiado. Con el auge de las redes sociales, las investigaciones de alto impacto a menudo se pierden en un mar de información y desinformación. Por ello, busca nuevas formas de difusión, como el formato pódcast, para asegurar que las historias lleguen a un público más amplio.
**El costo del periodismo valiente**
A lo largo de su carrera, Calderón ha enfrentado múltiples amenazas por su trabajo. Recuerda momentos de gran tensión, como cuando recibió una pistola en la cabeza tras denunciar un negociado de ambulancias. A pesar de estos riesgos, el periodista resalta la importancia de la valentía y la ética en el periodismo. «El peor error de un medio y de un periodista es alejarse de la sociedad a la que sirve», afirma, instando a sus colegas a buscar nuevas formas de llegar a la gente y contar las verdades que muchos desean ocultar.
La aparición de una nueva generación de periodistas, especialmente mujeres, que lideran investigaciones a pesar de los riesgos, es un signo esperanzador para el futuro del periodismo en Ecuador. La labor de Calderón y su equipo no solo es un ejemplo de valentía, sino también un recordatorio de la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la sociedad. En un mundo donde la información es poder, el periodismo de investigación sigue siendo una herramienta vital para la defensa de la verdad y la justicia.