En los últimos años, Ecuador ha experimentado un cambio significativo en la forma en que sus ciudadanos realizan transacciones financieras. Este cambio se ha visto impulsado por la creciente adopción de métodos de pago digitales, que han comenzado a reemplazar al efectivo en diversas situaciones. Las cifras recientes revelan que, aunque los ecuatorianos todavía utilizan efectivo, su uso ha disminuido notablemente, mientras que las transacciones digitales han aumentado de manera considerable.
**Evolución del Uso del Efectivo**
Entre enero y agosto de 2025, el monto total de retiros de efectivo en los bancos ecuatorianos alcanzó los USD 21.949 millones, lo que representa una caída del 20% en comparación con los USD 27.483 millones retirados en el mismo período de 2024. Sin embargo, el número de retiros no ha disminuido; de hecho, se registraron 246,6 millones de retiros en 2025, superando los 244,5 millones de 2024. Este fenómeno indica que, aunque los ciudadanos continúan retirando efectivo, el monto promedio de cada retiro ha disminuido, pasando de USD 112 en 2024 a USD 88,9 en 2025.
Este cambio en el comportamiento de los consumidores se debe, en parte, a la creciente disponibilidad y aceptación de métodos de pago digitales. Según Hanns Soledispa, director de Exponential Research, el uso de transferencias digitales y tarjetas de débito ha aumentado significativamente. Por ejemplo, entre enero y agosto de 2025, los bancos reportaron 189,7 millones de transacciones con tarjetas de débito, un incremento de 36,8 millones en comparación con el año anterior. Además, el monto total transaccionado con tarjetas de débito alcanzó los USD 4.255 millones, un aumento del 32% respecto a los USD 3.616 millones de 2024.
**Adopción de Canales Digitales**
La adopción de canales digitales ha sido un factor clave en la transformación del sistema de pagos en Ecuador. Las transferencias interbancarias también han visto un aumento significativo, con un total de USD 141.181,3 millones en pagos entre enero y septiembre de 2025, lo que representa un crecimiento del 11% en comparación con el mismo período del año anterior. Este aumento en el uso de medios digitales se ha visto facilitado por la reducción o eliminación de tarifas asociadas a estos servicios, lo que ha incentivado a los consumidores a optar por métodos de pago más convenientes.
La popularidad de las billeteras móviles ha sido otro aspecto destacado en este cambio. Estas aplicaciones permiten a los usuarios realizar pagos de manera rápida y sencilla desde sus teléfonos, incluso para montos pequeños, como el costo de un viaje en taxi. La generación Z, que valora la rapidez y la eficiencia en sus transacciones, ha sido fundamental en la adopción de estos nuevos métodos de pago. Esta generación, que incluye a jóvenes nacidos entre 1997 y 2010, está cada vez más presente en el mercado laboral y tiene acceso a servicios financieros, lo que les permite utilizar estas herramientas digitales con mayor frecuencia.
Además, la pandemia de COVID-19 aceleró este proceso, ya que muchos negocios, incluidos los más pequeños, se vieron obligados a adaptarse y ofrecer alternativas al efectivo. Esto no solo facilitó la transición hacia el comercio electrónico, sino que también impulsó el uso de servicios de entrega, que se volvieron esenciales durante los períodos de confinamiento.
La combinación de estos factores ha llevado a un cambio cultural en la forma en que los ecuatorianos manejan su dinero. Aunque el efectivo sigue siendo parte de la vida cotidiana, su uso está disminuyendo en favor de opciones más modernas y eficientes. Este cambio no solo beneficia a los consumidores, que disfrutan de la comodidad y la rapidez de los pagos digitales, sino que también representa una oportunidad para los negocios, que pueden atraer a una base de clientes más amplia al ofrecer opciones de pago variadas.
En resumen, la transformación del sistema de pagos en Ecuador es un fenómeno en evolución que refleja cambios en las preferencias de los consumidores y la adaptación de los negocios a un entorno cada vez más digital. A medida que la tecnología avanza y las nuevas generaciones se integran al mercado, es probable que esta tendencia continúe, llevando a un futuro donde los pagos digitales sean la norma y el efectivo se convierta en una opción cada vez menos utilizada.
