La reina emérita Sirikit de Tailandia, madre del actual rey Maha Vajiralongkorn, falleció el 24 de octubre de 2025 a la edad de 93 años. Su muerte marca el fin de una era para la monarquía tailandesa, una figura que fue sinónimo de glamour y poder en el país. Sirikit, conocida en su juventud como la «Jackie Kennedy de Asia», dejó una huella imborrable en la sociedad tailandesa, consolidando el lugar de la monarquía en el corazón de su pueblo.
Desde su matrimonio a los 17 años con el rey Bhumibol Adulyadej, quien reinó durante 70 años hasta su muerte en 2016, Sirikit se convirtió en un símbolo de la cultura y la tradición tailandesa. Juntos, formaron una pareja real que no solo fue admirada por su elegancia, sino también por su compromiso con el bienestar del país. La reina emérita fue una figura activa en diversas causas sociales, promoviendo la educación y el desarrollo rural, lo que le valió el cariño y respeto de la población.
El palacio real anunció su fallecimiento, indicando que su estado de salud había empeorado en los días previos a su muerte. Sirikit había estado lidiando con problemas de salud desde 2019, incluyendo una infección sanguínea que complicó su condición. Su partida ha desencadenado un profundo luto nacional, con el rey Vajiralongkorn ordenando a todos los miembros de la familia real guardar un año de luto.
### Un Legado de Glamour y Compromiso Social
La reina Sirikit no solo fue una figura de la realeza, sino también un ícono cultural. En la década de 1960, su estilo y elegancia la llevaron a codearse con presidentes y celebridades de todo el mundo. Su presencia en eventos internacionales y su participación en actividades culturales la convirtieron en una embajadora de Tailandia en el extranjero. A menudo, se la veía en conciertos de jazz, una de las pasiones del rey Bhumibol, y en diversas actividades que promovían la cultura tailandesa.
Su cumpleaños, el 12 de agosto, se celebraba como el Día de la Madre en Tailandia, lo que refleja su importancia en la vida de los tailandeses. Durante años, su imagen ha estado presente en edificios públicos y hogares, simbolizando la devoción y el respeto que el pueblo tailandés le tenía. A pesar de su ausencia en los últimos años debido a problemas de salud, su legado perdura en la memoria colectiva de la nación.
La reina Sirikit fue también una pionera en la promoción de la moda tailandesa. Su estilo personal y su interés por la vestimenta tradicional ayudaron a revitalizar la industria de la moda en el país. Su influencia se extendió más allá de la realeza, inspirando a generaciones de mujeres tailandesas a abrazar su identidad cultural y a sentirse orgullosas de sus raíces.
### Un Período de Luto y Reflexión
La noticia de su fallecimiento ha conmovido a la nación, y desde el sábado por la mañana, los presentadores de televisión han comenzado a vestir de negro, señalando el inicio del luto nacional. Las calles de Bangkok se han llenado de personas que se congregan para rendir homenaje a la reina emérita, llevando retratos de Sirikit y recordando su contribución al país.
El fervor que genera la figura del rey y su familia es inigualable en el mundo moderno. La monarquía tailandesa es vista por muchos como un símbolo de unidad y estabilidad en un país que ha enfrentado desafíos políticos y sociales a lo largo de los años. La muerte de Sirikit no solo marca el fin de una era, sino que también invita a la reflexión sobre el papel de la monarquía en la sociedad tailandesa actual.
La reina emérita Sirikit será recordada no solo por su belleza y elegancia, sino también por su dedicación a su país y su pueblo. Su legado perdurará en la historia de Tailandia, y su influencia seguirá siendo una fuente de inspiración para las futuras generaciones. En un momento en que el país se enfrenta a cambios y desafíos, la memoria de Sirikit servirá como un recordatorio del poder del compromiso y la devoción hacia la nación.