La Corte Nacional de Justicia de Ecuador se prepara para un evento sin precedentes en la historia del país: el primer juicio por delitos de lesa humanidad. Este proceso judicial, que se llevará a cabo el 5 de noviembre de 2025, se centra en la represión ejercida por el gobierno de León Febres Cordero contra el grupo guerrillero Alfaro Vive Carajo (AVC) durante la década de 1980. Este juicio no solo representa un avance significativo en la lucha por la justicia, sino que también pone de relieve las violaciones a los derechos humanos que tuvieron lugar en ese período oscuro de la historia ecuatoriana.
### Contexto Histórico de la Represión
León Febres Cordero, quien fue presidente de Ecuador entre 1984 y 1988, gobernó en un contexto de intensa violencia política. Durante su mandato, el país enfrentó una serie de acciones violentas por parte de AVC, un grupo guerrillero de izquierda que buscaba provocar un cambio social a través de la lucha armada. En respuesta, el gobierno de Febres Cordero implementó una política de represión que incluyó detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas.
La Comisión de la Verdad, creada en 2007 durante el gobierno de Rafael Correa, documentó numerosas violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad del Estado. Este informe fue fundamental para el desarrollo del caso que ahora se presenta ante la Corte Nacional de Justicia. La Fiscalía ha acusado a seis altos mandos militares de delitos de lesa humanidad, basándose en las evidencias recopiladas por la Comisión de la Verdad y otros testimonios de víctimas.
Los acusados incluyen a figuras prominentes como Juan Raúl Viteri Vivanco, excomandante de la Escuela de Inteligencia, y Manuel Marcelo Delgado Alvear, exdirector de Inteligencia del Ejército. La gravedad de los cargos es tal que, de ser hallados culpables, podrían enfrentar penas de entre 26 y 30 años de prisión, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP).
### Detalles del Caso Vaca, Cajas y Jarrín
Uno de los casos más emblemáticos que se abordará en este juicio es el de Luis Vaca Jácome, Susana Cajas Lara y Francisco Javier Jarrín Sánchez, quienes fueron detenidos en 1985 por efectivos del Batallón Montúfar. La detención ocurrió justo antes de una reunión nacional de AVC, y los tres militantes fueron llevados a un cuartel militar donde sufrieron torturas y tratos inhumanos.
Susana Cajas, quien fue liberada tras varios días de cautiverio, relató que ella y sus compañeros fueron sometidos a interrogatorios brutales, que incluían descargas eléctricas y privación de sueño. A pesar de que las autoridades negaron la detención de Luis Vaca, él permaneció incomunicado durante más de dos años, durante los cuales fue objeto de torturas sistemáticas.
Este caso es solo uno de los muchos que ilustran la brutalidad del régimen de Febres Cordero. La instalación del juicio representa una oportunidad para que las víctimas y sus familias busquen justicia y reconocimiento por los horrores que vivieron. La sociedad ecuatoriana ha estado esperando este momento durante más de una década, y la expectativa es alta en torno a cómo se desarrollará el proceso judicial.
El juicio no solo tiene implicaciones legales, sino que también es un acto simbólico que busca sanar las heridas del pasado. La justicia transicional es un concepto que ha ganado relevancia en América Latina, y Ecuador no es la excepción. La búsqueda de verdad y justicia es fundamental para construir un futuro más democrático y respetuoso de los derechos humanos.
### Implicaciones para el Futuro
La realización de este juicio podría sentar un precedente importante en la lucha contra la impunidad en Ecuador. A medida que el país enfrenta desafíos contemporáneos relacionados con la violencia y la corrupción, la justicia por los crímenes del pasado puede ser un paso crucial para restaurar la confianza en las instituciones del Estado.
Además, este proceso judicial podría inspirar a otras naciones de la región que aún lidian con las secuelas de regímenes autoritarios. La importancia de abordar las violaciones a los derechos humanos no solo radica en la necesidad de justicia para las víctimas, sino también en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
El juicio por delitos de lesa humanidad contra los jefes militares del gobierno de León Febres Cordero es un hito en la historia de Ecuador. A medida que se acerca la fecha del juicio, la atención del país y del mundo se centra en cómo se desarrollará este proceso y qué significará para las víctimas y sus familias. La justicia, aunque tardía, puede ser un camino hacia la reconciliación y la paz social en Ecuador.
