La ciudad de Guayaquil se prepara para una importante intervención en la avenida Dr. Félix Sarmiento Núñez, conocida también como calle 38 NO, que se llevará a cabo en el tramo que va desde la avenida Carlos Julio Arosemena hasta la calle Costanera, en Urdesa. Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de USD 2,1 millones, busca mejorar la infraestructura vial y urbana de una de las arterias más transitadas del norte de la ciudad. La obra, que está en proceso de contratación y se espera que sea adjudicada el próximo 11 de septiembre, incluye la pavimentación de la vía y la implementación de obras urbanas y paisajísticas que fomenten la recuperación del espacio público.
Los trabajos previstos abarcan la repotenciación de la infraestructura sanitaria y la mejora de la seguridad vial tanto para vehículos como para peatones. Este tramo es utilizado diariamente por un gran número de jóvenes que asisten a un establecimiento educativo y a un complejo deportivo, lo que ha generado preocupación entre los residentes sobre la seguridad al cruzar la calle. Carlin Soto, un joven deportista, expresó que la calle es peligrosa y que cruzar en grupo es una necesidad debido al alto flujo vehicular, especialmente en horas pico.
### Problemas de Seguridad y Deterioro Vial
La intervención en la avenida Félix Sarmiento ha sido motivada por el deterioro significativo de la infraestructura vial. Un informe municipal detalla que la calzada presenta fallas estructurales, como fisuras y baches, que comprometen tanto la funcionalidad como la seguridad de la vía. Las aceras, que deberían ser espacios seguros para los peatones, también están en mal estado, con fisuras y desprendimientos que dificultan el tránsito de los caminantes. Además, el paso de motocicletas por áreas diseñadas exclusivamente para peatones ha contribuido a este deterioro.
Los residentes han manifestado su preocupación por la falta de socialización de los trabajos que se llevarán a cabo. Ericka Menoscal, madre de una estudiante, comentó que no tiene claridad sobre las obras y que lo más urgente es mejorar el tránsito en la zona. La inseguridad también es un tema recurrente, ya que la escasa iluminación en las noches ha facilitado la actividad delictiva en el área. La falta de luz en las calles y parques ha llevado a los vecinos a salir en grupo para regresar a casa con seguridad.
La intervención ha sido calificada por el municipio como una «repotenciación urbanística» de la avenida 38 NO, que incluye no solo la mejora de la calzada, sino también la atención a otros problemas como la falta de iluminación y el deterioro de los accesos al puente Quisquís. Este puente, que conecta diferentes sectores de la ciudad, también presenta asentamientos y discontinuidades que afectan la seguridad del tránsito.
### Impacto en el Tráfico y la Vida Cotidiana
El plazo estimado para la ejecución de la obra es de 270 días, lo que ha generado inquietud entre los conductores y residentes que utilizan esta vía como un desfogue del tráfico hacia la vía a Daule. Fernando Quishpe, un conductor habitual de la zona, expresó su preocupación por el impacto que tendrá el cierre de la vía en el flujo vehicular. La falta de alternativas viables para desviar el tráfico podría generar congestiones significativas en las calles adyacentes.
A pesar de las molestias que la obra pueda causar, muchos vecinos están dispuestos a soportar las incomodidades si se logran mejoras reales en la infraestructura. La avenida 38 NO es conocida por sus problemas de inundaciones durante la temporada de lluvias, lo que ha llevado a algunos residentes a construir muros en la entrada de sus casas para protegerse de las aguas. La intervención no solo busca mejorar la calzada, sino también abordar estos problemas de drenaje que afectan la movilidad y la calidad de vida en el sector.
La situación actual de la avenida Félix Sarmiento refleja la necesidad urgente de atención a la infraestructura vial en Guayaquil. Con un enfoque en la seguridad y la funcionalidad, la intervención promete ser un paso importante hacia la mejora de la calidad de vida de los residentes y usuarios de esta vital arteria de la ciudad. Sin embargo, la falta de información y la preocupación por el tiempo de ejecución son aspectos que el municipio deberá abordar para garantizar la confianza de la comunidad en este proyecto.