En un esfuerzo por abordar la problemática del desecho de medicamentos caducados, un grupo de 30 empresas farmacéuticas en Ecuador ha decidido invertir USD 4 millones en la instalación de contenedores destinados a la recolección de estos productos a lo largo del país. Esta iniciativa, que se desarrollará durante los próximos diez años, surge en un contexto donde el sistema de salud pública enfrenta serias dificultades, lo que ha llevado al Gobierno a considerar la declaración de un estado de emergencia.
### La Realidad del Desperdicio de Medicamentos
Según datos de la Superintendencia de Compañías, en 2024, el sector farmacéutico ecuatoriano registró ventas al por mayor por un total de USD 4.060,5 millones, mientras que las ventas al por menor alcanzaron USD 998,2 millones. Sin embargo, a pesar de la magnitud del mercado, la gestión de medicamentos caducados sigue siendo un desafío. Un estudio realizado por Proyección Futura reveló que más del 80% de la población está dispuesta a entregar sus medicamentos caducados en contenedores autorizados, pero solo el 2,48% lo ha hecho realmente. La mayoría de los ciudadanos aún opta por desechar estos productos en la basura común o en el inodoro, lo que representa un grave riesgo tanto para la salud pública como para el medio ambiente.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) ha indicado que el 85,8% de los hogares ecuatorianos se deshace de los medicamentos caducados junto con la basura común, mientras que solo el 0,7% los lleva a centros de recolección adecuados. Esta situación ha llevado a la creación de Recofarma, un programa colectivo que busca facilitar la recolección segura de medicamentos caducados en los hogares. Este programa es impulsado por Proyección Futura y cuenta con el apoyo de varias asociaciones del sector farmacéutico.
### Funcionamiento del Programa Recofarma
El programa Recofarma se basa en la normativa del Ministerio del Ambiente, que obliga a los fabricantes, importadores y comercializadores de medicamentos a implementar sistemas de recolección de desechos. La normativa establece que se deben instalar contenedores especializados por cada 10.000 habitantes. A largo plazo, se prevé la colocación de 1.400 contenedores en todo el país, con una inversión aproximada de USD 4 millones en la primera década del programa.
La colocación de los primeros contenedores comenzará en noviembre de 2025, con los primeros diez ubicados en locales de la cadena Medicity en Quito, seguidos por farmacias en Guayaquil y otras ciudades del país en 2027. Los medicamentos recolectados serán incinerados de manera controlada en hornos especializados, garantizando la destrucción total de los principios activos y otros componentes peligrosos.
Los ciudadanos podrán depositar en estos contenedores una variedad de productos, incluyendo jarabes, comprimidos, cremas y frascos de gotas caducados. Sin embargo, hay ciertos elementos que no se pueden dejar en los contenedores, como jeringas, termómetros, gasas y residuos de plástico o vidrio que no sean envases de medicamentos.
### Impacto Ambiental y Salud Pública
Aunque no existe un beneficio directo para los ciudadanos al dejar medicamentos caducados en los contenedores, esta acción contribuye significativamente al cuidado del medio ambiente y la salud pública. Pablo Macías, gerente general de Proyección Futura, enfatiza que una gestión inadecuada de los fármacos caducados representa un riesgo para la biodiversidad. Los compuestos químicos presentes en medicamentos que son desechados incorrectamente pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua, alterando la flora y fauna de los ecosistemas.
Además, algunos ingredientes activos, como antibióticos y hormonas, han sido detectados en aguas residuales y fuentes de agua potable, lo que afecta la calidad del agua y puede contribuir a la proliferación de microorganismos resistentes a los fármacos. Esta resistencia antimicrobiana es un problema creciente de salud pública que puede tener consecuencias graves para la población.
La iniciativa de Recofarma no solo busca mejorar la gestión de medicamentos caducados, sino también educar a la población sobre la importancia de una correcta disposición de estos productos. La colaboración entre el sector privado y las autoridades es fundamental para garantizar el éxito de este programa y, en última instancia, proteger la salud de los ciudadanos y el medio ambiente.