La situación actual en Ecuador, marcada por el paro indígena, ha generado serias complicaciones para las empresas que dependen del transporte de mercancías. En particular, la provincia de Imbabura ha sido un punto crítico, donde los bloqueos de vías han afectado la distribución de productos tanto a nivel nacional como internacional. Este artículo explora las dificultades que enfrentan las empresas en este contexto y cómo están adaptándose a la crisis.
**Desafíos Logísticos en el Transporte de Productos**
Las empresas que operan en Imbabura han visto cómo sus operaciones se ven gravemente afectadas por los bloqueos de vías. Un claro ejemplo es Interanza, una empresa dedicada a la comercialización y exportación de aguacate. Denise Alarcón, socia fundadora de la firma, explica que el acceso a las fincas ha sido un desafío monumental. La recolección de aguacates se ha visto comprometida, ya que los agricultores no pueden llegar a las fincas debido a los bloqueos.
«El primer problema ha sido el acceso de los agricultores a las fincas para revisar las cosechas y conseguir trabajadores para la recolección del producto», comenta Alarcón. Esto ha llevado a que la cosecha de septiembre sea solo la mitad de lo que se recolectó en agosto, lo que representa una pérdida significativa para la empresa.
Una vez que los aguacates son recolectados, el siguiente obstáculo es el transporte. Interanza ha tenido que buscar rutas alternas que han incrementado el tiempo de traslado de 4-5 horas a 20 horas. Este aumento en el tiempo de transporte ha resultado en un incremento de costos, que han pasado de USD 150-200 a USD 1.200 por cada envío. Alarcón señala que el aumento en costos ha sido brutal, lo que pone en riesgo la viabilidad de la empresa en el corto plazo.
**Aumento de Costos y Rutas Alternas**
La situación no es exclusiva de Interanza. Otras empresas, como Plasticaucho, que exporta zapatos a Colombia, también han tenido que adaptarse a las nuevas realidades del transporte. Francisco Loayza, gerente de negocios internacionales de Plasticaucho, explica que el tiempo de traslado de su planta de producción en Ambato a Ipiales, donde entregan sus productos, ha aumentado de un día a un día y medio debido a la necesidad de tomar rutas alternas.
«Regularmente, la empresa trasladaba sus productos desde Ambato pasando por Cotopaxi y siguiendo hacia Pichincha, Imbabura y Carchi, por la Panamericana Norte, que ha estado bloqueada en las últimas semanas», detalla Loayza. Este cambio en la logística ha duplicado el costo del flete, que ha pasado de USD 800-850 a alrededor de USD 1.600. Plasticaucho envía aproximadamente 10 contenedores a Colombia cada semana, lo que representa un total de unos 500 contenedores al año y cerca de USD 20 millones en ingresos.
Además de los problemas de transporte hacia Colombia, Plasticaucho también ha enfrentado dificultades para distribuir sus productos a otras ciudades dentro de Ecuador, como Cuenca, debido a los cierres en Alausí, en la provincia de Chimborazo. Esto ha obligado a la empresa a tomar rutas más largas, aumentando el tiempo de entrega y los costos operativos.
**Impacto en la Economía Local**
El impacto del paro indígena no solo afecta a las empresas exportadoras, sino que también tiene repercusiones en la economía local. La falta de acceso a los mercados ha llevado a que muchos productos queden sin vender, lo que afecta a los agricultores y a las pequeñas empresas que dependen de la venta de sus productos. La situación es crítica, ya que muchos agricultores no pueden cosechar sus productos debido a la imposibilidad de acceder a sus tierras.
El paro ha generado un efecto dominó en la economía de la región, donde la falta de transporte y la imposibilidad de comercializar productos han llevado a un aumento en los precios de los alimentos y otros bienes. Esto, a su vez, afecta a los consumidores, quienes deben enfrentar precios más altos en los mercados.
Las empresas están buscando soluciones temporales, como la búsqueda de rutas alternas y la negociación con transportistas, pero la incertidumbre sobre la duración del paro y la posibilidad de nuevos bloqueos sigue siendo un factor que complica la planificación y la operación de las empresas. La situación actual pone de manifiesto la fragilidad de la cadena de suministro en Ecuador y la necesidad de encontrar soluciones sostenibles que permitan a las empresas operar de manera eficiente, incluso en tiempos de crisis.