La reciente decisión del gobierno ecuatoriano de eliminar el subsidio al diésel ha generado un amplio debate en el sector del transporte y en la sociedad en general. Esta medida, que incrementó el precio del diésel de USD 1,80 a USD 2,80 desde el 13 de septiembre de 2025, ha llevado a los transportistas a manifestarse y a organizar paros en varias provincias del país. Sin embargo, en la capital, Quito, la situación ha sido diferente, ya que se han suspendido las paralizaciones y se han establecido mesas de diálogo entre los transportistas y el gobierno.
La circulación vehicular en Quito se mantuvo normal el 15 de septiembre, a pesar de los rumores sobre una posible paralización. A las 04:30 de la mañana, el tráfico en la Panamericana Sur, uno de los principales accesos a la ciudad, fluía sin inconvenientes. Sin embargo, más tarde, a las 09:00, se reportaron bloqueos en la carretera que conecta Quito con la Sierra Centro, específicamente en el sector de Las Pesas, donde los transportistas habían convocado a un plantón por cuestiones de seguridad en las vías. Esta situación refleja la tensión existente entre el gobierno y el sector del transporte, que busca respuestas sobre las razones detrás de la eliminación del subsidio y la metodología utilizada para establecer compensaciones económicas.
### Reacciones del Sector del Transporte
Los transportistas han expresado su descontento con la eliminación del subsidio, argumentando que esta decisión representa un golpe duro para su economía. En provincias como Carchi y El Oro, los transportistas han decidido llevar a cabo paros, mientras que en Quito, los dirigentes del transporte han optado por mantener el servicio con normalidad, al menos por el momento. La Federación Nacional de Transportistas Pesados (Fenatrape) ha solicitado al gobierno que reconsidere su decisión y que se mantenga el subsidio al diésel hasta que se llegue a un acuerdo en las mesas de negociación.
Los analistas han calificado esta medida como una ‘decisión histórica’ y ‘valiente’, aunque también han advertido sobre las posibles repercusiones económicas que podría acarrear. La eliminación del subsidio al diésel podría afectar no solo a los transportistas, sino también a los precios de los productos y servicios en el país, ya que el costo del transporte es un factor clave en la cadena de suministro. La incertidumbre sobre el futuro del subsidio ha llevado a muchos a cuestionar la capacidad del gobierno para manejar la situación y a prever un posible aumento en los costos de vida.
### Mesas de Diálogo y Futuro del Subsidio
Las mesas de diálogo entre el gobierno y los transportistas se han convertido en un espacio crucial para abordar las preocupaciones del sector. Los transportistas esperan obtener claridad sobre las razones técnicas que llevaron a la eliminación del subsidio y la forma en que se determinarán las compensaciones económicas. La falta de respuestas concretas por parte del gobierno ha alimentado la desconfianza entre los transportistas, quienes temen que sus demandas no sean atendidas adecuadamente.
El gobierno, por su parte, ha manifestado su intención de escuchar las inquietudes de los transportistas y de encontrar soluciones que beneficien a ambas partes. Sin embargo, el éxito de estas negociaciones dependerá de la voluntad de ambas partes para llegar a un acuerdo que satisfaga las necesidades del sector sin comprometer la estabilidad económica del país.
La situación actual del transporte en Ecuador es un reflejo de los desafíos que enfrenta el país en términos de política económica y social. La eliminación del subsidio al diésel es solo una parte de un panorama más amplio que incluye la necesidad de reformas estructurales y un enfoque más sostenible en la gestión de los recursos. A medida que se desarrollan las negociaciones, será fundamental que tanto el gobierno como los transportistas trabajen juntos para encontrar un camino que garantice la viabilidad del sector y la protección de los intereses de los ciudadanos.
En resumen, el fin del subsidio al diésel ha desatado una serie de reacciones en el sector del transporte, con manifestaciones y paros en varias provincias, mientras que en Quito se ha optado por el diálogo. Las mesas de negociación se presentan como una oportunidad para abordar las preocupaciones del sector y buscar soluciones que permitan mitigar el impacto de esta medida en la economía del país.
