La reciente eliminación del subsidio al diésel en Ecuador ha generado un impacto significativo en el municipio de Guayaquil, que se enfrenta a una reducción drástica en la cantidad de combustible que puede adquirir para su flota vehicular. Este cambio, que ha elevado el precio del galón de diésel de USD 1,79 a USD 2,80, ha llevado a la municipalidad a replantear su presupuesto y sus necesidades operativas.
**Consecuencias del Aumento de Precios**
El municipio de Guayaquil había planificado la compra de 410.896 galones de diésel con un presupuesto de USD 642.071, destinado a abastecer su flota durante un periodo de 17 meses. Sin embargo, con el nuevo precio del combustible, el costo total de esta compra se elevaría a USD 977.934, lo que representa un aumento del 52% en comparación con el presupuesto original. Esto significa que, en lugar de recibir la cantidad inicialmente prevista, el municipio solo podrá adquirir 269.777 galones, lo que le permitirá operar durante aproximadamente 11 meses y 16 días, en lugar de los 17 meses planeados.
La situación se complica aún más al considerar que el municipio no ha ajustado su presupuesto para reflejar este aumento de precios. Esto implica que, a pesar de la necesidad de combustible, la cantidad que se podrá adquirir se verá reducida en un 34%. La falta de un suministro confiable de diésel podría afectar la prestación de servicios municipales esenciales, como la supervisión de obras y la atención a emergencias.
**Proceso de Contratación y Proveedores**
El proceso de contratación para la adquisición de diésel se encuentra actualmente en la etapa de adjudicación, con la expectativa de seleccionar a un proveedor antes del 9 de octubre de 2025. Según la normativa vigente, el municipio debe invitar a las gasolineras ubicadas a menos de cinco kilómetros de su sede para participar en el proceso. Entre las empresas invitadas se encuentran reconocidas marcas como Shell, Terpel y Petroecuador.
La municipalidad ha argumentado que es esencial contar con un suministro de combustible que funcione las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para garantizar la operatividad de su flota. Anteriormente, el abastecimiento se realizaba a través de un centro técnico municipal que operaba con horarios limitados, lo que dificultaba la disponibilidad de combustible en situaciones de emergencia.
La eliminación del subsidio ha sido calificada por algunos analistas como una decisión histórica y valiente, mientras que otros advierten sobre las repercusiones negativas que tendrá en la economía local. Las manifestaciones de organizaciones indígenas en respuesta a esta medida son un claro indicativo del descontento social que ha generado.
El municipio ha señalado que el abastecimiento de diésel premium es crucial para garantizar la eficiencia de su flota, que incluye vehículos livianos y semipesados utilizados en diversas actividades administrativas y de control. La falta de un suministro adecuado podría comprometer la capacidad del municipio para llevar a cabo sus funciones esenciales, lo que a su vez afectaría a la población guayaquileña.
**Revisión del Consumo y Presupuesto**
Para determinar la cantidad de diésel necesaria, el municipio realizó una revisión exhaustiva de su consumo de combustible, analizando facturas, hojas de registro y controles de consumo. Este análisis reveló que el promedio de consumo mensual de la flota es de 24.170 galones, lo que justifica la necesidad de adquirir 410.896 galones para el periodo previsto.
Sin embargo, con el nuevo precio del diésel, el costo por galón se incrementa a USD 2,38, lo que representa un desafío financiero considerable para la administración municipal. La falta de reajustes de precios en el contrato de adquisición también plantea un riesgo, ya que cualquier cambio en el precio del diésel podría afectar aún más la cantidad de combustible que se puede adquirir.
La situación actual del municipio de Guayaquil pone de manifiesto la complejidad de la gestión pública en un contexto de cambios económicos significativos. La eliminación del subsidio al diésel no solo afecta a la administración municipal, sino que también tiene repercusiones en la calidad de los servicios que se ofrecen a la ciudadanía. A medida que se avanza en el proceso de contratación, será crucial observar cómo se manejarán estos desafíos y qué medidas se implementarán para garantizar un suministro adecuado de combustible en el futuro.