La Bahía de Guayaquil, un importante centro comercial de la ciudad, fue escenario de un ataque con explosivos la noche del 3 de junio de 2025. Este incidente ha generado una ola de preocupación entre los comerciantes y residentes de la zona, quienes enfrentan un clima de inseguridad creciente. La Policía Nacional ha descartado vínculos directos con grupos delictivos organizados, aunque la situación sigue siendo tensa y compleja.
### Detalles del Ataque y la Respuesta Policial
El ataque se produjo alrededor de las 23:00 horas en las calles Ayacucho y Eloy Alfaro, donde un individuo dejó un artefacto explosivo improvisado frente a varios locales comerciales. La explosión resultó en daños significativos a seis establecimientos, de los cuales dos quedaron completamente destruidos. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni fallecidos, pero el estruendo fue escuchado en varias áreas cercanas, lo que intensificó el miedo entre los habitantes.
La Policía, tras una rápida respuesta, logró la detención de un sospechoso identificado como Michael B. C., de 27 años, quien ya tenía antecedentes penales por robo. La captura se llevó a cabo gracias a un operativo que incluyó el análisis de videovigilancia y una acción táctica en la zona. El coronel Víctor Hugo Ordóñez, comandante de la Zona 8, explicó que el artefacto utilizado fue un tarro de pintura cargado con gel explosivo, activado mediante una mecha lenta. Este tipo de explosivos, aunque causan daños estructurales, no generan esquirlas, lo que podría haber evitado lesiones personales.
La Fiscalía General del Estado ha procesado a Michael B. C. por el delito de terrorismo, conforme al artículo 366 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Durante la audiencia de formulación de cargos, se presentaron pruebas como videos de cámaras de seguridad y documentos hallados en el domicilio del sospechoso, incluyendo las llaves del vehículo utilizado en el ataque.
### Contexto de Inseguridad en Guayaquil
La Bahía de Guayaquil ha sido blanco de múltiples actos de violencia en lo que va del año, lo que ha llevado a los comerciantes a expresar su preocupación por la falta de protección. En abril, se registró un ataque similar en la misma área, y otros sectores como Urdesa y Sauces también han sido afectados por atentados. Las autoridades han vinculado estos incidentes a negocios que se niegan a ceder ante las extorsiones de bandas delictivas, en un contexto de creciente informalidad y debilitamiento de los controles en las zonas comerciales.
Los comerciantes han denunciado que, a pesar de alertar sobre posibles atentados, no han recibido la protección adecuada por parte de las autoridades. La situación ha llevado a un clima de desconfianza y temor, donde los empresarios sienten que sus vidas y negocios están en riesgo constante. La presencia de panfletos firmados por grupos como ‘Los Lobos BMW’ ha intensificado el pánico, aunque la Policía ha aclarado que no hay evidencia de que estos grupos estén detrás del ataque, sugiriendo que se trata de individuos aislados que buscan sembrar el terror.
La comunidad se encuentra en un estado de alerta, y muchos comerciantes han comenzado a tomar medidas de seguridad adicionales para proteger sus negocios. Sin embargo, la sensación de vulnerabilidad persiste, y la falta de una respuesta contundente por parte de las autoridades ha dejado a muchos en una situación precaria.
La explosión en la Bahía de Guayaquil es un recordatorio de los desafíos que enfrenta la ciudad en términos de seguridad. A medida que las autoridades continúan investigando y tratando de desmantelar las redes delictivas, la población espera que se implementen medidas efectivas para restaurar la confianza y la seguridad en sus comunidades. La situación actual exige una respuesta coordinada y efectiva para abordar las causas subyacentes de la violencia y proteger a los ciudadanos de futuros ataques.