Las recientes lluvias en la región de Quijos, Napo, han desatado una serie de emergencias que han puesto en alerta a sus habitantes. El 3 de julio de 2025, la laguna de Papallacta se desbordó, un evento que se suma a la tragedia del aluvión que ocurrió un día antes en El Tambo, donde una mujer perdió la vida. Este fenómeno ha generado preocupación no solo por la pérdida de vidas, sino también por el riesgo de nuevos deslizamientos y la afectación de infraestructuras clave en la zona.
La situación en Quijos es crítica. Las lluvias incesantes que han caído sobre la región durante casi tres semanas han saturado el suelo, aumentando el riesgo de deslizamientos. La comunidad, que ya estaba en estado de alerta tras el aluvión que arrasó con parte de la montaña, se enfrenta ahora a la amenaza de nuevos desbordamientos y deslizamientos de tierra. Las autoridades locales, junto con el Cuerpo de Bomberos y la Policía Nacional, han intensificado los patrullajes para monitorear la situación y prevenir más tragedias.
### La Tragedia de El Tambo
El aluvión en El Tambo, que ocurrió el 2 de julio, dejó a la comunidad devastada. Elsa Tipanluisa, una mujer de 42 años, fue una de las víctimas fatales de este desastre. Su cuerpo fue encontrado tras varias horas de búsqueda, mientras sus familiares y vecinos la velaban en medio de las lluvias. Este evento no solo cobró una vida, sino que también afectó a varias viviendas, obligando a los residentes a evacuar en condiciones de angustia y miedo.
La comunidad de Quijos ha estado lidiando con el impacto emocional y físico de estos desastres naturales. La pérdida de un ser querido en circunstancias tan trágicas ha dejado una huella profunda en los corazones de los habitantes. Además, la incertidumbre sobre el futuro y el temor a nuevos deslizamientos han generado un ambiente de ansiedad constante. Las autoridades han instado a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de evacuación en caso de que la situación empeore.
### Riesgos de Nuevos Deslizamientos y Medidas de Seguridad
Con el desbordamiento de la laguna de Papallacta, las autoridades han intensificado las medidas de seguridad en la región. La vía Pifo-Papallacta, una de las principales rutas que conecta Quito con la Amazonía, ha sido objeto de control vehicular y cierres intermitentes debido a los derrumbes y desbordamientos reportados en varios tramos. La situación ha complicado el tránsito hacia la Amazonía, lo que ha generado un impacto en el transporte y la logística de la región.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha emitido alertas sobre la posibilidad de más lluvias, lo que podría agravar aún más la situación. En las últimas semanas, más de 440 personas han sido afectadas en las zonas de la Sierra Norte y la Amazonía, según informes de la Secretaría de Riesgos. Las autoridades están trabajando para retirar escombros y evaluar las zonas de riesgo, pero la situación sigue siendo crítica.
La comunidad de Quijos se encuentra en un estado de vulnerabilidad, y las lluvias han puesto en evidencia la necesidad de implementar medidas de prevención y mitigación de riesgos. La saturación del suelo y el aumento de la erosión en la región son factores que deben ser abordados con urgencia para evitar que se repitan tragedias como la de El Tambo.
Los habitantes de Quijos han demostrado una gran resiliencia ante estas adversidades, pero la situación actual requiere una respuesta coordinada entre las autoridades y la comunidad. La prevención de desastres naturales es un tema que debe ser prioritario para garantizar la seguridad y el bienestar de los residentes en esta región vulnerable. La colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y la participación activa de la comunidad son esenciales para enfrentar los desafíos que presentan las condiciones climáticas extremas y los desastres naturales en el futuro.