La política ecuatoriana se encuentra en un momento crucial, donde la figura del presidente Daniel Noboa se enfrenta a un nuevo reto electoral. En octubre de 2024, se llevará a cabo un referendo que podría cambiar el rumbo de la política de defensa del país, permitiendo la instalación de bases militares extranjeras en Ecuador. Esta propuesta, que busca reformar el artículo 5 de la Constitución, ha generado un intenso debate en la sociedad ecuatoriana, especialmente en un contexto de creciente inseguridad y violencia.
### La Propuesta de Bases Militares Extranjeras
Desde su llegada al poder, Noboa ha intentado consolidar su popularidad, que se vio reflejada en su victoria electoral con un 55,6% de los votos válidos. Sin embargo, su capital político no es completamente sólido, ya que en la primera vuelta las diferencias fueron mínimas, con apenas 16.700 votos de ventaja. En este contexto, la propuesta de permitir bases militares extranjeras se presenta como una estrategia para fortalecer su posición ante un electorado que busca soluciones efectivas a la crisis de seguridad.
La actual Constitución de 2008 prohíbe la instalación de bases militares extranjeras en el país. Sin embargo, Noboa ha argumentado que la situación de inseguridad, exacerbada por el crimen organizado, justifica esta medida. Durante un evento en septiembre de 2024, el presidente recordó la existencia de la Base de Manta, una instalación estadounidense que operó en Ecuador durante diez años, y sugirió que su cierre fue un error que facilitó la expansión del crimen transnacional.
La propuesta ha sido recibida con escepticismo por parte de varios sectores de la sociedad. Grupos opositores, como el correísmo y movimientos indígenas, han expresado su preocupación por los riesgos que implica abrir el país a bases militares extranjeras, especialmente en un contexto de inestabilidad política. La posibilidad de que futuros gobiernos puedan utilizar esta reforma para establecer bases sin el consentimiento popular es un tema que ha generado un amplio debate.
### El Proceso Legislativo y el Referendo
El camino hacia el referendo no ha sido sencillo. Después de que la Corte Constitucional revisara el procedimiento para la reforma, el presidente Noboa envió su propuesta a la Asamblea Nacional en octubre de 2024. Con una mayoría oficialista en el legislativo, el informe definitivo de la reforma fue aprobado, lo que significa que ahora depende del Consejo Nacional Electoral (CNE) organizar el referendo en un plazo máximo de 45 días.
Este nuevo referendo se suma a una serie de consultas populares que han marcado la historia política reciente de Ecuador. Desde 1978, varios presidentes han utilizado este mecanismo para medir su popularidad y legitimidad. Noboa se convierte en el octavo presidente en convocar a la ciudadanía a las urnas para decidir sobre temas de gran relevancia. En abril de 2024, ya había realizado una consulta popular sobre once temas, donde las propuestas relacionadas con la seguridad fueron aprobadas, mientras que las de carácter económico fueron rechazadas.
La historia de referendos en Ecuador muestra que, aunque muchos presidentes han logrado resultados positivos, también hay ejemplos de fracasos que reflejan la falta de apoyo popular. Noboa, al igual que sus predecesores, busca capitalizar el descontento social con la inseguridad para fortalecer su posición. Sin embargo, el rechazo a sus propuestas económicas en la consulta anterior podría ser un indicativo de que la ciudadanía no está dispuesta a otorgar un ‘cheque en blanco’ al gobierno.
La aprobación de la reforma constitucional para permitir bases militares extranjeras podría ser vista como una respuesta a la creciente violencia en el país, que actualmente enfrenta altos índices de criminalidad. Sin embargo, la falta de propuestas concretas de otros países para establecer bases en Ecuador plantea dudas sobre la efectividad de esta medida. La canciller Gabriela Sommerfeld ha sido designada para buscar posibles aliados, pero hasta el momento no se han concretado acuerdos.
En este contexto, el referendo se convierte en un termómetro político que podría definir el futuro de Noboa y su gobierno. La capacidad de movilizar a la ciudadanía en torno a la seguridad y la defensa será crucial para su éxito. La historia reciente de Ecuador muestra que las decisiones en las urnas pueden cambiar el rumbo de la política, y Noboa deberá estar preparado para enfrentar las consecuencias de su propuesta en un clima de incertidumbre y polarización.