El Club Deportivo El Nacional, uno de los equipos más emblemáticos del fútbol ecuatoriano, atraviesa una de las etapas más difíciles de su historia. Conocido por ser el único club en haber conseguido dos tricampeonatos, El Nacional se enfrenta a una crisis económica que se ha gestado durante más de dos décadas. Este artículo explora los orígenes de esta crisis, los momentos clave que han llevado al club a su situación actual y las decisiones que han marcado su destino.
**Los Primeros Signos de Crisis**
La historia de la crisis económica de El Nacional se remonta a 2007, cuando el Ministerio de Defensa decidió que los aportes de los miembros de las Fuerzas Armadas al club dejarían de ser obligatorios. Esta decisión, tomada durante la presidencia de Rafael Correa, significó un golpe devastador para las finanzas del club, que dependía en gran medida de estos aportes. En el primer año tras la resolución, El Nacional perdió 3,000 socios, lo que representaba un 17% de su presupuesto anual. Este fue solo el inicio de un largo camino de dificultades financieras.
A medida que los años avanzaban, la situación se complicaba aún más. El club dejó de ser el mayor exportador de futbolistas ecuatorianos, perdiendo a figuras clave como Antonio Valencia y Christian Benítez, quienes habían sido fundamentales en el éxito del equipo. La falta de ingresos por transferencias y la disminución de socios llevaron a un déficit creciente, que se volvió insostenible con el tiempo.
**La Lucha por la Presidencia y la Deuda Creciente**
En 2013, El Nacional eligió a su primer presidente civil, Jorge Yunda, quien heredó una situación crítica con un déficit de 6 millones de dólares y salarios atrasados. Yunda culpó a las administraciones militares anteriores por la mala gestión de los recursos, pero su mandato no logró revertir la crisis. Tras su renuncia, el club volvió a ser dirigido por un presidente militar, Tito Manjarrez, quien también enfrentó el legado de deudas acumuladas que alcanzaban los 4.5 millones de dólares.
El descenso a la Serie B en 2020 fue un golpe devastador para la institución. A pesar de los esfuerzos de la nueva presidenta, Lucía Vallecilla, para estabilizar la situación, el club continuó enfrentando problemas financieros. En 2021, El Nacional terminó en el último puesto de la LigaPro, confirmando su descenso. Sin embargo, la esperanza renació en 2022 cuando el equipo logró el ascenso, aunque la sombra de la crisis seguía presente.
**El Futuro en la Cuerda Floja**
A pesar de haber ganado la Copa Ecuador en 2024, la situación financiera de El Nacional se volvió más crítica en 2025. Con un déficit que alcanzaba los 12 millones de dólares, el club se encontraba al borde de la reducción de puntos y la posibilidad de perder la categoría nuevamente. Las deudas con el Servicio de Rentas Internas (SRI) y otros acreedores se acumulaban, y la sede del club estaba en riesgo de ser rematada.
El nuevo presidente, Marco Pazos, asumió el cargo en un contexto de crisis profunda. A pesar de las celebraciones por el título de la Copa Ecuador, la realidad económica del club era sombría. Pazos admitió que la situación había superado sus expectativas y que las decisiones difíciles debían tomarse para evitar un colapso total. «No estamos muertos, pero estamos muy golpeados», declaró, reflejando la desesperación y la determinación de mantener al club a flote.
**La Esperanza de un Renacer**
A pesar de los desafíos, la afición de El Nacional sigue siendo leal y apasionada. La historia del club está llena de momentos gloriosos, y muchos esperan que, a pesar de la crisis actual, El Nacional pueda encontrar el camino hacia la recuperación. La situación es crítica, pero la historia del club es un testimonio de resiliencia y lucha. Con una hinchada fiel y un legado que no se puede ignorar, El Nacional tiene la oportunidad de renacer y volver a ser un referente en el fútbol ecuatoriano.
La historia de El Nacional es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, la pasión por el fútbol y el deseo de superación pueden llevar a un club a encontrar la luz al final del túnel. La comunidad futbolística espera que El Nacional pueda superar esta crisis y volver a ser un símbolo de éxito y orgullo para el país.