La reciente decisión del Gobierno ecuatoriano de eliminar el subsidio al diésel ha desatado una serie de protestas en el país, que ya llevan más de una semana. La medida, anunciada por el presidente Daniel Noboa el 12 de septiembre de 2025, busca mejorar la sostenibilidad fiscal del Ecuador, pero ha generado un fuerte descontento social. En este contexto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha expresado su apoyo a la eliminación del subsidio, destacando la importancia de un enfoque que priorice a los más vulnerables.
La directora de comunicaciones del FMI, Julie Kozack, se pronunció sobre la situación en una rueda de prensa desde Washington, donde enfatizó que la eliminación del subsidio es parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la sostenibilidad fiscal del país. Kozack subrayó que el Gobierno ha priorizado un mecanismo de protección social robusto para proteger a los grupos más vulnerables, lo cual es crucial en un contexto donde los subsidios a los combustibles tienden a beneficiar desproporcionadamente a los sectores de mayores ingresos.
### Impacto de la eliminación del subsidio
La eliminación del subsidio al diésel ha tenido un impacto inmediato en la economía y la vida diaria de los ecuatorianos. Desde el anuncio, se han registrado protestas en varias provincias, siendo Imbabura una de las más afectadas. Las manifestaciones han incluido cierres de vías y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden, lo que ha generado un clima de tensión en el país. La situación se ha vuelto crítica, con reportes de una persona fallecida durante las protestas, lo que ha llevado a la comunidad internacional a prestar atención a la crisis.
Kozack también mencionó que el FMI ha analizado el efecto de los subsidios a los combustibles no solo en Ecuador, sino a nivel global, encontrando que estos subsidios pueden crear vulnerabilidades en términos de corrupción y contrabando. La eliminación del subsidio, según el FMI, no solo busca redireccionar los recursos hacia quienes más lo necesitan, sino también preservar el espacio fiscal para otros gastos importantes del Estado.
El Gobierno ecuatoriano ha prometido implementar 18 medidas de compensación para mitigar el impacto de esta eliminación en los sectores más afectados, especialmente en el transporte. Estas medidas incluyen bonos y apoyos directos a los transportistas, así como a los hogares más vulnerables que dependen del diésel para su subsistencia. Sin embargo, la efectividad de estas compensaciones ha sido cuestionada por los manifestantes, quienes exigen una revisión más profunda de la política de subsidios y un diálogo efectivo con el Gobierno.
### Llamado al diálogo y la paz social
Ante la escalada de las protestas, el FMI ha hecho un llamado al diálogo entre el Gobierno y los grupos sociales. Kozack instó a las partes a emprender un diálogo constructivo que permita restaurar la calma y trabajar en una solución definitiva a la crisis. Este llamado se produce en un momento crítico, donde la polarización y la tensión social podrían llevar a un deterioro aún mayor de la situación en el país.
El diálogo es fundamental no solo para abordar las preocupaciones inmediatas de los manifestantes, sino también para establecer un marco de cooperación que permita al Gobierno implementar reformas económicas necesarias sin generar un descontento social que pueda desbordarse. La experiencia de otros países que han implementado reformas similares sugiere que la comunicación y la inclusión de los sectores afectados en el proceso de toma de decisiones son claves para el éxito de estas políticas.
La situación en Ecuador es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchos países en desarrollo al intentar equilibrar la sostenibilidad fiscal con la justicia social. La eliminación de subsidios es una medida que, aunque necesaria desde el punto de vista fiscal, debe ser manejada con cuidado para evitar un impacto desproporcionado en los sectores más vulnerables de la población. La respuesta del Gobierno y la disposición al diálogo serán determinantes en el futuro inmediato del país y en la estabilidad social que se busca alcanzar.