Guayaquil, una de las ciudades más importantes de Ecuador, enfrenta un grave problema con el suministro de agua potable. A pesar de que Interagua, la empresa encargada de la gestión del agua, produce alrededor de un millón de metros cúbicos diarios, se estima que el 47% de este volumen no se factura. Esta alarmante cifra se traduce en 470,000 metros cúbicos de agua que se pierden debido a diversos factores, incluyendo fugas, mantenimiento y, cada vez más, robos. En este artículo, exploraremos las causas de esta situación y las posibles soluciones que se están implementando para mejorar la gestión del agua en la ciudad.
### Causas de la Pérdida de Agua Potable
La pérdida de agua en Guayaquil se puede dividir en tres categorías principales: fallas técnicas, mantenimiento y robos. Según Ilfn Florsheim, directora de comunicación de Interagua, las fallas técnicas incluyen problemas como fugas, roturas y el desgaste de las tuberías. Estas son situaciones comunes en cualquier sistema de distribución de agua, pero en Guayaquil, la magnitud del problema es preocupante.
El mantenimiento también juega un papel crucial. Las labores necesarias para asegurar la calidad del agua, como el lavado de filtros y el vaciado de tuberías, son esenciales, pero pueden contribuir a la pérdida de agua si no se gestionan adecuadamente. Sin embargo, el aspecto más alarmante es el aumento de robos, que representa aproximadamente el 25% de las pérdidas totales. En los últimos años, bandas delictivas han comenzado a manipular medidores y a establecer conexiones clandestinas, lo que ha exacerbado la situación.
Las zonas más afectadas por estos robos son el noroeste de Guayaquil, Isla Trinitaria y sectores del Guasmo. En algunas comunidades, los residentes han llegado a depender de estas conexiones ilegales, lo que ha llevado a una normalización de la situación y a una falta de respuesta por parte de las autoridades. Florsheim señala que este fenómeno ha sorprendido a Interagua, ya que la empresa no ha instalado infraestructura en esos lugares, lo que indica que el problema se ha vuelto sistémico.
### Estrategias para Mitigar el Problema
Ante esta crisis, Interagua ha comenzado a implementar diversas estrategias para mitigar las pérdidas de agua. Una de las iniciativas más destacadas es la sectorización de la ciudad en cerca de 1,000 sectores hidráulicos, cada uno con medidores de entrada y un monitoreo continuo. Este enfoque permite a la empresa identificar anomalías en el consumo de agua y actuar rápidamente para corregir problemas.
Además, Interagua ha comenzado a utilizar tecnología avanzada, incluyendo herramientas de análisis e inteligencia artificial, para detectar patrones de consumo irregulares y localizar focos de robo. Estas tecnologías permiten a la empresa realizar un seguimiento más efectivo de las pérdidas y optimizar la gestión del agua.
La colaboración con las fuerzas de seguridad también ha sido fundamental. En zonas conflictivas, Interagua realiza operativos conjuntos para eliminar conexiones clandestinas, lo que ha demostrado ser una estrategia efectiva para reducir el robo de agua. Sin embargo, la implementación de estas medidas no es suficiente por sí sola. Es crucial que la comunidad también participe en la vigilancia y protección de los recursos hídricos.
A largo plazo, la construcción del Quinto Acueducto, prevista para 2026, tiene como objetivo mejorar la infraestructura de agua potable en Guayaquil. Este proyecto, que cuenta con una inversión significativa, busca aumentar la cobertura de agua potable a través de redes, reduciendo así la dependencia de los tanqueros, que actualmente abastecen a un 10% de la población.
Interagua también ha reconocido la importancia de la educación y la concienciación en la comunidad. Informar a los ciudadanos sobre la importancia del agua y las consecuencias del robo es esencial para fomentar un cambio cultural que apoye la conservación de este recurso vital.
En resumen, Guayaquil enfrenta un desafío significativo en la gestión del agua potable, con un 47% de pérdidas que afectan tanto a la empresa como a los ciudadanos. Sin embargo, a través de la implementación de tecnología, la colaboración con las fuerzas de seguridad y la educación comunitaria, hay esperanza de que la situación pueda mejorar en el futuro. La gestión eficiente del agua es crucial no solo para la sostenibilidad de la ciudad, sino también para el bienestar de sus habitantes.