La minería en Ecuador ha sido un tema de controversia y debate, especialmente en regiones donde los recursos naturales son abundantes pero también vulnerables. Uno de los casos más emblemáticos es el proyecto minero Loma Larga, ubicado en la provincia de Azuay. Este proyecto, que promete una inversión significativa y la extracción de minerales valiosos, ha generado un intenso conflicto entre las autoridades, la empresa minera y las comunidades locales. A continuación, se presentan los aspectos más relevantes que rodean este proyecto y los desafíos que enfrenta.
### Ubicación y Características del Proyecto
Loma Larga se sitúa en el corazón de la provincia de Azuay, un área conocida por su biodiversidad y recursos hídricos. La empresa canadiense Dundee Precious Metals (DPM) adquirió el proyecto en mayo de 2021, con planes de desarrollar una mina subterránea a gran escala. La inversión estimada para este proyecto asciende a aproximadamente 419 millones de dólares, con una proyección de vida útil de 12 años. Se estima que las reservas de Loma Larga contienen alrededor de 926,000 onzas de oro, además de plata y cobre.
Sin embargo, la ubicación del proyecto ha suscitado preocupaciones significativas. La mina se encuentra en el páramo de Quimsacocha, un ecosistema frágil que es vital para la regulación del agua en la región. Los ríos Irquis, Portete, Tarqui y Yanuncay, que nacen en esta área, son fundamentales para el abastecimiento de agua potable y riego en la ciudad de Cuenca. La posibilidad de que la actividad minera contamine estas fuentes de agua ha llevado a un fuerte rechazo por parte de las comunidades locales y organizaciones ambientales.
### Conflictos Legales y Sociales
Desde el inicio del proyecto, Loma Larga ha enfrentado una serie de obstáculos legales. En julio de 2022, un juez de Cuenca suspendió las actividades del proyecto, argumentando que no se había cumplido con el derecho a consulta previa, libre e informada de las comunidades afectadas. Esta decisión obligó al Ministerio del Ambiente a presentar estudios adicionales sobre el impacto del proyecto en los recursos hídricos y el área recreativa nacional de Quimsacocha.
El informe presentado por la empresa pública de agua potable de Cuenca, Etapa, en agosto de 2024, concluyó que la fase de explotación del proyecto no era viable. Según Etapa, el proyecto podría poner en riesgo la calidad del agua en la región, ya que las captaciones de agua potable se encuentran debajo del área de influencia del proyecto minero. A pesar de estas afirmaciones, la empresa minera y el Ministerio del Ambiente han defendido la viabilidad del proyecto, argumentando que el impacto ambiental sería mínimo.
La consulta previa, un proceso que busca involucrar a las comunidades en la toma de decisiones que les afectan, ha sido otro punto de conflicto. En mayo de 2025, el Ministerio de Energía llevó a cabo una consulta en la comunidad de Escaleras, pero el proceso fue criticado por varios sectores. La directiva de Escaleras negó haber sido consultada adecuadamente y cuestionó la legitimidad del apoyo que el Ministerio afirmó haber recibido de algunas comunidades.
Además, el conflicto se ha intensificado con la oposición del alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, quien ha expresado su desacuerdo con el desarrollo del proyecto. Zamora ha respaldado la posición de Etapa y ha solicitado la reversión de la licencia ambiental otorgada a Dundee Precious Metals. Por su parte, la ministra de Energía, Inés Manzano, ha descalificado las afirmaciones de Etapa, acusándola de desinformar al público sobre los riesgos del proyecto.
### Licencia Ambiental y Suspensión de Actividades
A pesar de la controversia, el 23 de junio de 2025, el Ministerio de Ambiente otorgó la licencia ambiental para la explotación de Loma Larga. Sin embargo, menos de dos meses después, el Ministerio de Energía suspendió el inicio de las actividades, exigiendo que la empresa publique de manera clara y accesible el Plan de Manejo Ambiental. Esta suspensión refleja la tensión continua entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente en Ecuador.
El caso de Loma Larga es un claro ejemplo de los desafíos que enfrenta el país en su camino hacia la explotación de recursos naturales. La presión por el desarrollo económico debe equilibrarse con la necesidad de proteger los ecosistemas y las comunidades que dependen de ellos. A medida que avanza el conflicto, será crucial observar cómo se desarrollan las negociaciones y si se logrará un consenso que beneficie a todas las partes involucradas.