El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador ha tomado una decisión significativa al revocar el nuevo reglamento sobre cambios de domicilio electoral, que había sido aprobado el 7 de octubre de 2025. Esta decisión fue unánime y se llevó a cabo el 10 de octubre, lo que ha generado un debate sobre la eficacia y la transparencia del proceso electoral en el país. La normativa que se había propuesto tenía como objetivo reemplazar el reglamento vigente desde 2022, pero no logró cumplir con las expectativas de todos los consejeros.
### Contexto del Nuevo Reglamento
El reglamento que fue aprobado inicialmente buscaba modernizar y facilitar el proceso de cambio de domicilio electoral para los ciudadanos ecuatorianos. Sin embargo, durante la sesión del 10 de octubre, se evidenció que no todos los consejeros estaban de acuerdo con el contenido final del documento. En particular, el consejero José Cabrera expresó su preocupación por una disposición derogatoria que no había sido incluida en el reglamento final. Esta disposición indicaba que el reglamento anterior quedaría derogado solo cuando el nuevo sistema de cambios de domicilio electoral estuviera completamente operativo.
La falta de inclusión de esta recomendación llevó a Cabrera a solicitar una reconsideración de la votación, lo que resultó en la revocación del nuevo reglamento. La presidenta del CNE, Diana Atamaint, junto con los consejeros Esthela Acero y Cabrera, que inicialmente habían apoyado el nuevo reglamento, decidieron abstenerse en la votación final. Esta situación ha puesto de manifiesto las tensiones internas dentro del CNE y la necesidad de un consenso más amplio en la toma de decisiones.
### Implicaciones para el Proceso Electoral
Con la revocación del nuevo reglamento, el CNE ha decidido volver a aplicar el reglamento de cambios de domicilio que fue aprobado en abril de 2022. Esto significa que los ciudadanos ecuatorianos deberán seguir utilizando las normas anteriores para realizar cambios en su domicilio electoral hasta que se elabore un nuevo reglamento que incorpore las recomendaciones necesarias. La situación es especialmente crítica dado que se aproxima un referendo y consulta popular programados para el 16 de noviembre de 2025.
El nuevo reglamento que se está considerando no se aplicará a este referendo, sino que se destinará a futuros procesos electorales, como las elecciones seccionales de 2027. Esto plantea interrogantes sobre cómo el CNE planea manejar la transición hacia un sistema más eficiente y transparente en el futuro. La falta de un reglamento claro y actualizado podría afectar la participación ciudadana y la confianza en el proceso electoral.
Además, la decisión del CNE de regresar el reglamento a las áreas técnicas para su revisión sugiere que se están tomando en serio las preocupaciones planteadas por los consejeros. Sin embargo, también plantea la cuestión de cuánto tiempo tomará este proceso y si se podrán implementar los cambios necesarios antes de las próximas elecciones.
La situación actual resalta la importancia de la transparencia y la colaboración dentro del CNE. Los ciudadanos esperan que el organismo electoral actúe de manera eficiente y que sus decisiones sean claras y justas. La revocación del reglamento es un recordatorio de que el proceso electoral en Ecuador sigue siendo un tema delicado y que requiere atención constante por parte de las autoridades.
En resumen, la revocación del nuevo reglamento de cambios de domicilio electoral por parte del CNE ha generado un debate sobre la eficacia del proceso electoral en Ecuador. La falta de consenso entre los consejeros y la necesidad de un reglamento claro y actualizado son cuestiones que deben abordarse con urgencia. A medida que se acerca el referendo de noviembre, la atención se centrará en cómo el CNE manejará esta situación y qué medidas tomará para garantizar un proceso electoral transparente y eficiente en el futuro.