El panorama político en Ecuador se ha vuelto cada vez más complejo, especialmente para la bancada de Revolución Ciudadana (RC), que se ha visto aislada en el debate sobre la Ley de Solidaridad Nacional. Este proyecto, enviado por el presidente Daniel Noboa, busca enfrentar las economías criminales y ha generado un intenso debate en la Asamblea Nacional. A medida que el correísmo intenta articular su estrategia, se enfrenta a un escenario donde su voz parece desvanecerse entre las intervenciones de otros grupos políticos.
La situación se tornó evidente durante el primer debate de la ley, celebrado el 30 de mayo de 2025. De las 18 intervenciones permitidas por la vicepresidenta de la Asamblea, Mishel Mancheno, solo tres fueron realizadas por miembros de la bancada correísta. Esta falta de participación ha llevado a cuestionamientos sobre la capacidad de respuesta del correísmo y su habilidad para influir en el proceso legislativo. La bancada oficialista de Acción Democrática Nacional (ADN) y sus aliados aprovecharon la oportunidad para elogiar la propuesta del presidente Noboa, dejando a la Revolución Ciudadana en una posición defensiva.
### La Estrategia del Correísmo y su Aislamiento
El correísmo ha intentado hacer valer su presencia en la Asamblea, pero su estrategia parece no estar funcionando. A pesar de que algunos miembros, como Jesús Arias, apoyaron el documento enviado por el gobierno, la mayoría de sus colegas no lograron hacer oír su voz en un debate que se tornó plano y monótono. La falta de respuestas contundentes a las críticas de ADN, que acusó al correísmo de pactar con el crimen organizado, ha dejado a muchos preguntándose si la bancada tiene una estrategia clara o si simplemente ha optado por el silencio.
La exministra del Ambiente, Sade Fristchi, hizo su debut en el Parlamento, pero su intervención fue más bien un reflejo de la falta de dinamismo en el debate. La práctica de leer discursos en lugar de participar activamente ha sido criticada, y muchos observadores se preguntan si esta es la nueva norma en la Asamblea. La ausencia de confrontaciones acaloradas, que antes eran comunes cuando el correísmo tenía la mayoría, ha cambiado el tono del debate, lo que podría ser un indicativo de su actual debilidad.
Por otro lado, la propuesta de la bancada correísta de modificar sustancialmente el contenido de la ley de Noboa ha generado tensiones internas. Legisladores como Jahiren Noriega han sugerido alternativas que se alejan del espíritu original de la ley, lo que ha llevado a críticas tanto dentro como fuera de su grupo. La idea de que el Estado debe equipar a las fuerzas del orden a través de una mejor recaudación de impuestos, en lugar de depender de donaciones de empresarios, ha sido un punto de fricción que refleja la falta de consenso en la bancada.
### La Reacción de la Revolución Ciudadana y el Futuro del Debate
La Revolución Ciudadana ha intentado acercarse a los medios para comunicar su perspectiva sobre la crisis que atraviesa. Blasco Luna, uno de los legisladores, expresó su preocupación por la falta de oportunidades para que su bancada contribuya al debate. A pesar de que solicitaron la intervención de ocho miembros de RC, solo se permitió a tres participar, lo que ha llevado a cuestionar la equidad en el proceso legislativo.
Marcela Aguiñaga, otra figura destacada del correísmo, ha señalado que la falta de cohesión dentro de la bancada está afectando su capacidad para influir en el debate. La percepción de que el correísmo se está diluyendo entre egos y luchas internas podría ser un factor determinante en su futuro político. La crítica de Sergio Peña, quien fue expulsado de la bancada por apoyar el informe de la ley, resuena con fuerza: la falta de preparación y la presentación tardía de observaciones han debilitado su posición.
El proceso legislativo avanza, y la ley de Noboa regresará a la Comisión de Desarrollo Económico para su revisión. Este documento debe ser aprobado en un plazo de cuatro días antes de ser presentado para un segundo y definitivo debate. La presión está sobre la Revolución Ciudadana, que debe decidir si se unirá a la discusión o continuará en su camino de aislamiento. La votación definitiva está programada para la semana del 9 de junio, lo que deja poco tiempo para que el correísmo reevalúe su estrategia y busque recuperar su voz en la Asamblea Nacional. La incertidumbre sobre su futuro y la capacidad de influir en la legislación son temas que seguirán siendo objeto de análisis en los próximos días.