La reciente V Cumbre de Presidentes de Países Amazónicos, celebrada en Bogotá, ha marcado un hito significativo en la cooperación regional para la protección de la Amazonía. Este encuentro, que reunió a líderes de ocho naciones, incluyó a Ecuador, y se centró en la creación de estrategias conjuntas para enfrentar desafíos ambientales y sociales que afectan a esta vital región del planeta. La vicepresidenta de Ecuador, María José Pinto, destacó la importancia de la cumbre y anunció que Ecuador será el anfitrión de la VI Cumbre en 2027, lo que subraya el compromiso del país con la sostenibilidad y la cooperación internacional.
### Compromisos para la Protección de la Amazonía
Durante la cumbre, se aprobó la Declaración de Bogotá, un documento que establece compromisos claros para la protección de la Amazonía, considerada el pulmón del mundo. Los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y Bolivia, Luis Arce, junto con la vicepresidenta Pinto, discutieron temas críticos como la crisis climática, la lucha contra la deforestación y el crimen organizado. Estos líderes coincidieron en que la Amazonía no solo es un recurso natural, sino también un espacio vital para las comunidades indígenas y locales.
Uno de los puntos más destacados fue la propuesta de un canje de bonos por la Amazonía, que permitirá a Ecuador reducir su deuda externa en aproximadamente 527 millones de dólares. Este acuerdo no solo representa un alivio financiero, sino que también se alinea con los esfuerzos para preservar el medio ambiente y fomentar el desarrollo sostenible en la región. La cumbre también abordó la necesidad de fortalecer el papel de los pueblos indígenas en la protección de la selva, reconociendo su conocimiento y conexión con la tierra como elementos esenciales para la conservación.
### Creación de un Centro de Cooperación Policial Internacional
Un aspecto innovador de la cumbre fue la propuesta de Lula da Silva de establecer un centro de cooperación policial internacional en la Amazonía, que se inaugurará el 9 de septiembre. Este centro tiene como objetivo intensificar la lucha contra el crimen organizado y los mercados ilícitos que amenazan la biodiversidad y la seguridad de la región. Lula enfatizó que la Amazonía tiene un valor incalculable cuando se mantiene en su estado natural, y que es responsabilidad de los países amazónicos protegerla.
El centro de cooperación policial busca articular la acción de los cuerpos de seguridad de los países involucrados, creando una flota común que pueda responder de manera efectiva a las amenazas que enfrenta la selva. Esta iniciativa es un paso crucial para abordar problemas como la minería ilegal y la tala indiscriminada, que han devastado grandes áreas de la Amazonía en los últimos años.
Además, la cumbre concluyó con un acuerdo para avanzar hacia el lanzamiento del Fondo de Bosques Tropicales (TFFF) en la próxima COP30, que se celebrará en Belém do Pará, Brasil. Este fondo, que involucra a 73 países en desarrollo, busca obtener recursos para combatir la deforestación y asegurar que la Amazonía no alcance un punto de no retorno.
La creación de un bloque amazónico en 1978, que incluye a Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, ha permitido a estos países consensuar posiciones conjuntas para abordar los desafíos que enfrenta la región. La cumbre de Bogotá ha sido un paso importante en este proceso, y los líderes han expresado su compromiso de presentar una voz unificada en la COP30, donde se discutirán políticas globales sobre el cambio climático y la conservación.
La vicepresidenta Pinto también subrayó que la Amazonía es un tema que trasciende lo ambiental, abarcando aspectos sociales y culturales. Las soluciones a los problemas que enfrenta esta región deben surgir desde las comunidades locales, y no solo desde las capitales, enfatizó. Este enfoque es crucial para garantizar que las políticas implementadas sean efectivas y respeten la diversidad cultural de los pueblos que habitan la Amazonía.
La cumbre ha dejado claro que la cooperación entre los países amazónicos es fundamental para enfrentar los retos que amenazan esta región. La unión de esfuerzos en la lucha contra la deforestación, el crimen organizado y la promoción de un desarrollo sostenible es esencial para garantizar un futuro viable para la Amazonía y sus habitantes. La próxima cumbre en Ecuador promete ser una continuación de estos esfuerzos, consolidando el compromiso de los países amazónicos con la protección de uno de los ecosistemas más importantes del mundo.