La tarde del 26 de mayo de 2025, Diana Salazar Méndez hizo entrega de sus Cartas Credenciales ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, marcando su oficialización como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de Ecuador en el país sudamericano. Este acto protocolario, que fue transmitido a través de las redes sociales de la Embajada de Ecuador en Argentina, representa un nuevo capítulo en la carrera de Salazar, quien anteriormente se desempeñó como fiscal general del Estado.
La ceremonia fue presidida por la ministra Lucía Viera, directora Ceremonial (e) de la Cancillería argentina, quien recibió a Salazar en un evento que simboliza la transición de su carrera hacia el ámbito diplomático. La designación de Salazar como embajadora fue oficializada por el presidente Daniel Noboa mediante el Decreto Ejecutivo N.º 634, emitido el 21 de mayo, tras la aceptación unánime de su renuncia a la Fiscalía General por parte de la Asamblea Nacional.
Diana Salazar había anunciado su renuncia al Ministerio Público el 20 de mayo, indicando que su último día de labores sería el 21 de mayo. En su carta de renuncia, Salazar mencionó que había tomado la “difícil decisión” de radicarse fuera del país, lo que marca un cambio significativo en su trayectoria profesional. Con su nuevo rol, Salazar se encargará de representar a Ecuador ante el gobierno de Javier Milei, quien asumió la presidencia de Argentina hace 15 meses y había otorgado el beneplácito para su nombramiento.
### Un nuevo desafío en la diplomacia
La llegada de Diana Salazar a la embajada ecuatoriana en Argentina se produce en un contexto político complejo, tanto en Ecuador como en el país vecino. La exfiscal, conocida por su firmeza en la lucha contra la corrupción, ahora deberá navegar las aguas de la diplomacia, donde las relaciones bilaterales y la cooperación internacional son fundamentales.
Salazar ha sido una figura controvertida en la política ecuatoriana, destacándose por su enfoque en la transparencia y la justicia. Su nombramiento como embajadora es visto por algunos como un reconocimiento a su trabajo en la Fiscalía, donde se enfrentó a numerosos desafíos y críticas. Sin embargo, su transición a la diplomacia plantea interrogantes sobre cómo aplicará su experiencia en un nuevo entorno, donde las negociaciones y el diálogo son esenciales.
La relación entre Ecuador y Argentina ha sido históricamente cercana, pero también ha enfrentado tensiones. Con la llegada de Milei al poder, se espera que Salazar juegue un papel crucial en fortalecer los lazos entre ambos países, especialmente en áreas como el comercio, la inversión y la cooperación en temas de seguridad. La embajada ecuatoriana en Argentina se convierte, por tanto, en un punto estratégico para la política exterior de Ecuador.
### Expectativas y retos en la nueva gestión
Las expectativas sobre la gestión de Diana Salazar como embajadora son altas. Muchos observadores políticos anticipan que su experiencia en el ámbito judicial le permitirá abordar temas complejos con una perspectiva única. Sin embargo, también enfrenta retos significativos, como la necesidad de adaptarse a un entorno donde las dinámicas son diferentes a las de la Fiscalía.
Uno de los principales retos será establecer una comunicación efectiva con el nuevo gobierno argentino, que ha mostrado un enfoque diferente en su política exterior. La capacidad de Salazar para construir relaciones sólidas con sus homólogos argentinos será crucial para el éxito de su gestión. Además, deberá trabajar en la promoción de los intereses de Ecuador en un contexto donde la competencia por la atención internacional es feroz.
La comunidad ecuatoriana en Argentina, que ha crecido significativamente en los últimos años, también espera que Salazar aborde sus necesidades y preocupaciones. La embajada no solo es un punto de representación diplomática, sino también un espacio donde se pueden atender las demandas de los ciudadanos ecuatorianos que residen en el país.
En resumen, la asunción de Diana Salazar como embajadora de Ecuador en Argentina representa un momento importante en su carrera y en la política exterior ecuatoriana. Su trayectoria en la Fiscalía le otorga una base sólida, pero su éxito dependerá de su capacidad para adaptarse a las exigencias del nuevo rol y de construir relaciones efectivas en el ámbito diplomático. La comunidad ecuatoriana y los analistas políticos estarán atentos a los pasos que dará en esta nueva etapa de su vida pública.