En Guayaquil, un caso reciente ha puesto de manifiesto la problemática de la extorsión que afecta a comerciantes y ciudadanos. La Policía Nacional logró desarticular una banda que operaba desde la cárcel, gracias a la denuncia de una víctima que se atrevió a reportar las amenazas que había recibido. Este suceso no solo destaca la valentía de los ciudadanos, sino también la importancia de la colaboración eficaz en la lucha contra el crimen organizado.
La historia comenzó cuando Mercedes T., una comerciante de 49 años, recibió mensajes amenazantes en su teléfono móvil. Los extorsionadores, que se identificaron como miembros de una organización criminal conocida como «Los Lobos», exigieron un pago de USD 4.000, advirtiéndole que, de no hacerlo, su vida y la de su familia estarían en peligro. Aterrorizada, Mercedes realizó un primer depósito de USD 70, pero las amenazas continuaron, llevándola a realizar más transferencias a la misma cuenta. Fue solo después de recibir un centenar de mensajes que decidió acudir al ECU-911 para reportar el delito.
La rápida respuesta de la Unidad Nacional de Investigaciones de Delitos Especiales y Crimen Organizado (Unase) permitió la detención de cinco sospechosos, tres de los cuales estaban recluidos en la Penitenciaría del Litoral. Uno de ellos, Cristian José, resultó ser sobrino de la víctima y se acogió a la colaboración eficaz, revelando detalles sobre cómo se organizaba la extorsión desde dentro de la cárcel. Esta colaboración fue crucial para desmantelar la red y llevar a los responsables ante la justicia.
### La Extorsión en Números: Un Problema en Aumento
A pesar de que las denuncias de extorsión han mostrado una disminución en Guayaquil durante el año 2025, el problema sigue siendo grave. Según datos de la fiscalía, de enero a julio de 2024 se registraron 4.215 casos, mientras que en 2025 se han reportado 2.506 casos hasta agosto. Esto representa un promedio de 11,5 denuncias diarias, una cifra que, aunque menor que en años anteriores, sigue siendo alarmante.
El aumento de las extorsiones en Ecuador ha sido notable en los últimos años. En 2022, se registraron 8.399 denuncias a nivel nacional, lo que representa un incremento del 200% en comparación con 2021. En Guayaquil, las cifras también fueron preocupantes, alcanzando un total de 1.476 casos en 2022, un aumento del 217% respecto al año anterior. El año 2024 marcó un pico histórico, con 23.090 denuncias en todo el país, de las cuales 6.325 correspondieron a Guayaquil.
La extorsión se ha convertido en un fenómeno que afecta no solo a comerciantes, sino también a ciudadanos comunes, quienes se ven obligados a pagar sumas exorbitantes para protegerse de amenazas. Este tipo de delitos no solo impacta la economía local, sino que también genera un clima de miedo y desconfianza en la comunidad.
### Colaboración Eficaz: Un Camino hacia la Justicia
La colaboración eficaz ha demostrado ser una herramienta valiosa en la lucha contra el crimen organizado. En el caso de Mercedes T., la disposición de Cristian José a colaborar con las autoridades fue fundamental para desarticular la banda. Durante su testimonio, Cristian admitió haber sido el encargado de contactar a su tía y engañarla para que realizara los depósitos. Su confesión no solo permitió identificar a otros miembros de la organización, sino que también reveló cómo operaban desde la cárcel.
A pesar de su implicación en el delito, Cristian José intentó desvincular a sus compañeros de prisión, alegando que él era el único responsable de las extorsiones. Esta dinámica de colaboración y delación es común en el ámbito del crimen organizado, donde los involucrados buscan reducir sus penas a cambio de información valiosa para las autoridades.
El caso de Mercedes T. y la colaboración de Cristian José subrayan la importancia de que las víctimas se sientan seguras al denunciar. La respuesta rápida de la policía y el apoyo de la fiscalía son cruciales para fomentar un entorno donde los ciudadanos se sientan empoderados para actuar contra la extorsión y otros delitos. Sin embargo, también es vital que se implementen medidas de protección para las víctimas y sus familias, quienes a menudo enfrentan represalias por parte de los delincuentes.
En un contexto donde la extorsión sigue siendo un problema significativo, es esencial que las autoridades mantengan un enfoque proactivo y colaborativo para combatir este fenómeno. La valentía de las víctimas y la disposición de algunos delincuentes a colaborar con la justicia son pasos importantes hacia la erradicación de la extorsión en Guayaquil y en todo el país.