La noche del 31 de octubre de 2025, la urbanización Palmar del Río en Samborondón se convirtió en el escenario de un evento que desbordó todas las expectativas y, lamentablemente, el orden público. La fiesta de Halloween, conocida como «Hallowdrink», prometía diversión para miles de jóvenes, pero terminó colapsando la avenida Samborondón, generando un caos vehicular que se extendió por casi cuatro kilómetros. El alcalde de Samborondón, Juan José Yúnez, no tardó en reaccionar ante la situación, abriendo un expediente administrativo contra los organizadores del evento y advirtiendo que se impondrían sanciones severas.
### La Fiesta que Colapsó la Vialidad
La convocatoria para el evento se realizó a través de redes sociales y otros canales, atrayendo a más de 2.500 personas, cuando el aforo permitido en la casa era muy inferior. El costo de entrada oscilaba entre USD 8 y USD 12, lo que facilitó la llegada de una multitud que, al intentar acceder a la urbanización, provocó un embotellamiento que dejó a los residentes atrapados durante horas. La situación fue tan crítica que los guardias de seguridad de la urbanización se vieron obligados a cerrar el acceso para evitar que más vehículos ingresaran.
El alcalde Yúnez, en una entrevista, explicó que la fiesta no contaba con los permisos necesarios, ni con un plan de contingencia, lo que la convertía en una actividad clandestina. «No se puede permitir que unos pocos arruinen la tranquilidad de una comunidad por ganar dinero», afirmó. La respuesta del Municipio fue rápida, aunque algunos residentes criticaron la tardanza en la llegada de las autoridades de tránsito, quienes, según el alcalde, deberían haber estado presentes desde el inicio del evento.
### Sanciones y Medidas Preventivas
El alcalde Yúnez anunció que las sanciones podrían alcanzar hasta 50 salarios básicos unificados, lo que equivale a aproximadamente USD 23.500. Esta medida busca sentar un precedente y evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. Además, se está evaluando la responsabilidad del dueño de la vivienda y de la administración de la urbanización, quienes podrían enfrentar consecuencias por permitir el desarrollo de un evento de tal magnitud sin los permisos adecuados.
«Las fiestas masivas deben realizarse en lugares apropiados, como coliseos o centros de convenciones, donde se pueda garantizar la seguridad de los asistentes y el orden público», agregó Yúnez. La falta de cumplimiento de las normativas vigentes ha llevado a la administración municipal a replantear sus estrategias de control y prevención. En este sentido, se están discutiendo nuevas ordenanzas que regulen la realización de eventos en áreas residenciales, con el fin de proteger a los vecinos de situaciones similares.
La situación también ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar la infraestructura vial en Samborondón, que ya enfrenta problemas de congestión debido al alto volumen de tráfico. Con más de 120.000 vehículos diarios circulando por la avenida principal, la administración municipal está trabajando en proyectos de ampliación y mejora de la vía, que incluyen la construcción de nuevos pasos elevados y la reestructuración de tramos críticos.
La fiesta clandestina de Halloween ha servido como un llamado de atención para las autoridades y los residentes de Samborondón. La combinación de un evento no autorizado y una infraestructura vial insuficiente ha puesto de manifiesto la necesidad de una planificación más rigurosa y de un mayor control sobre las actividades que se desarrollan en la comunidad. La administración municipal ha prometido tomar medidas para garantizar que la tranquilidad y la seguridad de los ciudadanos sean siempre una prioridad, mientras se busca un equilibrio entre el desarrollo urbano y la calidad de vida de los residentes.
