La Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) se encuentra en el centro de un intenso debate en Ecuador, donde su situación financiera y operativa ha sido objeto de críticas por parte del gobierno y la sociedad civil. La administración del presidente Daniel Noboa ha prometido una transformación radical de esta empresa pública, que enfrenta serios problemas de corrupción, ineficiencia y falta de transparencia. En este contexto, es fundamental analizar los aspectos más relevantes que rodean a CNEL, desde sus contratos colectivos hasta las pérdidas económicas que enfrenta.
### Contratos Colectivos y Beneficios Laborales
Uno de los puntos más controversiales en CNEL son los beneficios que se otorgan a los empleados bajo el contrato colectivo. Este contrato incluye subsidios por antigüedad, cargas familiares y un bono mensual para compras en supermercados, lo que ha generado un gasto significativo para la empresa. Para el año 2025, CNEL ha destinado un presupuesto de USD 34 millones para beneficios sociales y USD 57 millones para planes de indemnización y otros beneficios laborales. Hasta abril de 2025, la empresa ya había gastado USD 7,6 millones en beneficios sociales y USD 17,9 millones en planes de indemnización.
Los beneficios más criticados incluyen:
1. **Subsidio por antigüedad**: Este subsidio se calcula como un porcentaje del salario básico unificado y aumenta con cada año de servicio, comenzando a aplicarse desde el mes 13 de trabajo.
2. **Subsidio familiar**: Los trabajadores reciben un bono mensual por cada carga familiar, que incluye a cónyuges e hijos, y un subsidio adicional para hijos con discapacidad.
3. **Bono de comisariato**: Un pago mensual de USD 50 destinado a compras en supermercados.
Sin embargo, la situación se complica debido a la falta de avances en la negociación de un nuevo contrato colectivo, lo que ha llevado a la ministra de Trabajo a solicitar una revisión del contrato vigente, con la intención de declararlo nulo. Esta incertidumbre sobre el futuro de los beneficios laborales ha generado preocupación entre los empleados.
### Pérdidas Económicas y Problemas de Gestión
Las finanzas de CNEL están marcadas por lo que se conoce como «pérdidas negras», que son pérdidas eléctricas no técnicas. Estas pérdidas se producen por robos de electricidad, errores en la facturación y problemas con los medidores. En 2023, CNEL dejó de facturar USD 240 millones debido a estas pérdidas, lo que equivale a la producción de una central hidroeléctrica de gran tamaño. Las unidades de negocio de CNEL en la Costa son las más afectadas, con pérdidas que superan el 8,6%, siendo CNEL-Esmeraldas la que reporta las mayores pérdidas en términos porcentuales, mientras que CNEL-Guayaquil es la que más dinero pierde anualmente.
Además, la inestabilidad en la gerencia ha sido un problema recurrente. En 2021, CNEL tuvo siete gerentes diferentes, lo que refleja una falta de continuidad en la gestión. La corrupción también ha sido un tema candente, con casos de gerentes que han sido condenados por delitos relacionados con la administración de la empresa. Esta inestabilidad y falta de transparencia han contribuido a la desconfianza en la gestión de CNEL.
La situación financiera de la empresa es preocupante. Según los informes disponibles, CNEL tenía activos por USD 3.057 millones y pasivos por USD 1.611 millones en 2021, lo que resultó en un patrimonio de USD 1.446 millones. Sin embargo, la falta de auditorías recientes y la opacidad en la publicación de estados financieros han suscitado dudas sobre la verdadera salud financiera de la empresa.
### La Promesa de Transformación
El presidente Noboa ha manifestado su intención de transformar CNEL, prometiendo un enfoque más empresarial y eficiente. En su discurso de posesión, destacó la necesidad de erradicar la corrupción y utilizar los ingresos de la empresa para el desarrollo del país. Sin embargo, la implementación de estas reformas será un desafío, dado el arraigo de los problemas estructurales en la empresa.
La promesa de renovación de CNEL es crucial no solo para la empresa misma, sino también para el sector energético de Ecuador. CNEL es responsable de la distribución del 65% de la electricidad del país, lo que la convierte en un actor clave en la economía nacional. La falta de acción efectiva podría tener repercusiones graves en la estabilidad energética del país y en la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas.
En resumen, la situación de CNEL es un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta Ecuador en términos de gobernanza y gestión de empresas públicas. La transformación prometida por el gobierno será un proceso complejo que requerirá no solo cambios en la estructura de la empresa, sino también un compromiso genuino para abordar la corrupción y mejorar la transparencia. La atención de la sociedad civil y de los medios de comunicación será fundamental para asegurar que estas promesas se traduzcan en acciones concretas y efectivas.