La industria láctea en Ecuador enfrenta un panorama complejo, marcado por la disminución del consumo de productos lácteos y la necesidad de adaptarse a nuevas tendencias de mercado. En los últimos años, el consumo per cápita de leche, queso y yogur ha mostrado una tendencia a la baja, lo que ha llevado a los productores a replantear sus estrategias para atraer a los consumidores, especialmente a las nuevas generaciones. Según datos del Ministerio de Producción, Comercio Exterior e Inversiones, el consumo per cápita de lácteos en 2024 fue de 108,7 litros, lo que representa una caída del 3,6% en comparación con 2023. Esta disminución se ha visto reflejada en la producción diaria de leche, que alcanzó los 5,3 millones de litros en 2024, un 20% menos que en 2019.
### Cambios en la Percepción del Consumo Lácteo
Uno de los factores que ha contribuido a la caída del consumo de lácteos en Ecuador es el cambio en la percepción de los beneficios de salud asociados a estos productos. Paúl Vera, director del Observatorio Lácteo del Ecuador, señala que las nuevas generaciones están optando por alternativas como las bebidas vegetales, aunque estas aún representan un nicho pequeño en el mercado. Para contrarrestar esta tendencia, el sector lácteo ha comenzado a diversificar su oferta, introduciendo productos como leches deslactosadas y bebidas lácteas enriquecidas con proteínas. Vera enfatiza la importancia de comunicar de manera efectiva los beneficios nutricionales de los productos lácteos, especialmente a los jóvenes, para recuperar su interés.
Además de la percepción del consumidor, otros factores han influido en la contracción del sector. Problemas climáticos han afectado la disponibilidad de leche, y la crisis eléctrica en el país ha limitado la capacidad de las industrias para operar de manera eficiente. Estos desafíos han llevado a una caída significativa en la venta de leche líquida, que en 2024 alcanzó los 4,07 millones de litros diarios, un descenso del 18,2% en comparación con 2019.
### Informalidad y Oportunidades de Exportación
La alta informalidad en el sector lácteo es otro de los grandes retos que enfrenta la industria. Según datos de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) y el Servicio de Rentas Internas (SRI), el 49% de la producción diaria proviene de procesadores informales, lo que representa un obstáculo para la competitividad del sector. En contraste, cerca del 50% de la producción es manejada por la industria formal, que incluye 917 empresas. Esta situación crea un entorno desigual que dificulta el crecimiento y la sostenibilidad del sector.
A pesar de estos desafíos, hay señales de mejora en el sector lácteo. Durante el primer semestre de 2025, las ventas del sector alcanzaron los USD 13,97 millones, lo que representa un aumento del 15% en comparación con el mismo período de 2024. Además, las exportaciones de productos lácteos casi se triplicaron, alcanzando 1.448,5 toneladas, aunque aún representan solo el 0,26% de la producción total. Los principales destinos de exportación son Perú y Estados Unidos, y se espera que en 2026 Ecuador comience a exportar derivados lácteos a China, tras la firma de un protocolo fitosanitario que facilitará el ingreso de productos lácteos al mercado chino.
El impacto de eventos sociales, como el reciente paro indígena que duró más de 30 días, también ha dejado huella en la producción láctea. Este paro provocó una caída de 200.000 litros diarios en la producción, resultando en pérdidas netas de USD 105.000 diarios debido a las dificultades en la recolección y acopio de leche en las regiones más productivas del país.
En resumen, el sector lácteo ecuatoriano se encuentra en una encrucijada. La disminución del consumo, la informalidad y los problemas climáticos son desafíos significativos que deben ser abordados. Sin embargo, la diversificación de productos, la mejora en las ventas y las oportunidades de exportación ofrecen un camino hacia la recuperación y el crecimiento. La clave estará en cómo el sector se adapte a las nuevas tendencias de consumo y mejore su competitividad en un mercado cada vez más exigente.
