El inicio del año escolar en Tungurahua se aproxima y con él surgen diversas preocupaciones sobre la infraestructura educativa y el compromiso de la comunidad. A pesar de que no hay instituciones educativas en condiciones críticas, quince planteles han sido catalogados en estado regular, lo que plantea un reto significativo para el inicio de clases. La Unidad Educativa Especializada Ambato es una de las instituciones que requiere atención urgente antes de que los estudiantes regresen a las aulas.
La situación se torna más compleja cuando se considera que más de 120,000 estudiantes en Tungurahua están listos para retomar sus clases en septiembre, distribuidos en más de 280 instituciones educativas. Sin embargo, la falta de inversión y la lentitud en la respuesta institucional generan incertidumbre entre los padres y educadores.
### La Minga Comunitaria: Un Esfuerzo Colectivo
El pasado 23 de agosto, la Unidad Educativa César Augusto Salazar Chávez, ubicada en El Pisque, fue escenario de una minga comunitaria, donde padres y docentes se unieron para preparar las aulas antes del inicio del año escolar. Con escobas, baldes y brochas en mano, los participantes se dedicaron a limpiar y pintar las instalaciones, creando un ambiente más acogedor para los estudiantes. Esta actividad fue coordinada por la Zona 3 del Ministerio de Educación y el Distrito 18D01, en el marco del programa “3-2-1 ¡Volvemos al aula!”.
David Yanzapanta, vicerrector del plantel, destacó la importancia de estas mingas, que no solo mejoran la apariencia de las escuelas, sino que también fomentan el sentido de comunidad y responsabilidad compartida. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, Yanzapanta subrayó que persisten necesidades urgentes, como la instalación de una cubierta para la cancha superior, sistemas de amplificación, basureros y un tanque de agua potable. La falta de respuesta por parte de las autoridades municipales y GIDSA ha dejado a la comunidad en una situación de espera, lo que resalta la necesidad de una inversión estructural más significativa.
### La Realidad del Sistema Educativo en Tungurahua
El coordinador zonal de Educación, Olger Mariño, ha indicado que aunque no hay instituciones en estado “malo”, los quince planteles en estado regular requieren atención inmediata. La inversión prevista para mejorar estas escuelas asciende a USD 2,7 millones, beneficiando a aproximadamente 7,000 estudiantes. Esta cifra pone de manifiesto la importancia de priorizar la infraestructura educativa en la región, especialmente en un contexto donde la comunidad ya está haciendo su parte.
Los planteles que requieren intervención incluyen instituciones en varios distritos, como la Unidad Educativa Especializada Píllaro, la Escuela de Educación Básica Rubén Silva en el distrito Patate-Pelileo, y la Unidad Educativa Óscar Efrén Reyes en Baños, entre otros. La lista también incluye varias unidades educativas en el distrito de Ambato, como la Unidad Educativa Pío López y la Unidad Educativa Mario Cobo Barona.
A medida que se acerca el inicio del ciclo escolar, es fundamental que las autoridades educativas y municipales tomen medidas rápidas y efectivas para abordar las necesidades de estas instituciones. La comunidad ha demostrado su compromiso a través de iniciativas como las mingas, pero es esencial que también se garantice una inversión adecuada y oportuna para asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a un entorno de aprendizaje seguro y adecuado.
La situación actual en Tungurahua refleja un microcosmos de los desafíos que enfrenta el sistema educativo en Ecuador. La combinación de esfuerzos comunitarios y la necesidad de acción institucional es crucial para garantizar que el regreso a clases sea una experiencia positiva y enriquecedora para todos los estudiantes. A medida que las familias se preparan para el nuevo año escolar, la esperanza es que se logren avances significativos en la infraestructura educativa, permitiendo que los estudiantes se concentren en lo más importante: su aprendizaje y desarrollo personal.