La reciente votación en la Asamblea Nacional de Ecuador ha puesto de manifiesto las tensiones políticas que atraviesan al país. El 19 de septiembre de 2025, la bancada oficialista ADN no logró obtener el respaldo necesario para apoyar la propuesta de Asamblea Constituyente presentada por el presidente Daniel Noboa. Este evento marca un hito en la dinámica legislativa ecuatoriana, donde las alianzas políticas se ven cada vez más frágiles.
La propuesta de Noboa, anunciada el 17 de septiembre, tenía como objetivo redactar una nueva Carta Magna que refleje las necesidades y aspiraciones del pueblo ecuatoriano. Durante la sesión del Pleno, la asambleísta Lucía Pozo, del partido ADN, solicitó un cambio en el orden del día para debatir sobre esta resolución. Sin embargo, la votación reveló una falta de apoyo significativo, con solo 74 votos a favor, tres menos de los requeridos para avanzar en la discusión. Este resultado no solo refleja la división dentro de la Asamblea, sino también la creciente desconfianza entre las diferentes bancadas.
### La Fragmentación de las Alianzas Políticas
Uno de los aspectos más destacados de esta votación fue la escasa participación de los asambleístas del bloque Pachakutik, que tradicionalmente ha sido un aliado del Gobierno. De los miembros de este grupo, solo Edumundo Cerda votó a favor del cambio de orden del día, mientras que la mayoría se opuso a la propuesta. Este hecho pone de relieve las grietas en la coalición gubernamental, especialmente en un contexto donde la Conaie, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, ha convocado a un paro nacional en respuesta a la eliminación del subsidio al diésel.
La situación se complica aún más con la decisión del presidente Noboa de enviar un decreto ejecutivo para convocar un referendo sobre la instalación de bases militares en el país. Este movimiento ha generado un debate intenso y ha polarizado aún más a la opinión pública y a los actores políticos. La falta de consenso en la Asamblea sobre temas tan cruciales como la Constitución y la seguridad nacional refleja un clima de incertidumbre que podría tener repercusiones a largo plazo en la gobernabilidad del país.
### Implicaciones de la Votación en la Asamblea
La votación del 19 de septiembre no solo representa una derrota para la bancada oficialista, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de la propuesta de Asamblea Constituyente. La incapacidad de ADN para reunir el apoyo necesario indica que la administración de Noboa podría enfrentar serios obstáculos en su intento de implementar reformas significativas. La resistencia de la Revolución Ciudadana y otros partidos de oposición sugiere que el camino hacia una nueva Constitución será arduo y lleno de desafíos.
Además, la abstención de algunos miembros de ADN y la ausencia de otros legisladores en la votación subrayan la falta de unidad dentro de la propia bancada oficialista. Este fenómeno podría ser un indicativo de descontento interno y de la presión que sienten los asambleístas ante la opinión pública y las demandas sociales.
La situación actual en Ecuador es un reflejo de un sistema político en crisis, donde las decisiones legislativas están cada vez más influenciadas por factores externos, como las movilizaciones sociales y las demandas de sectores específicos de la población. La convocatoria a un paro nacional por parte de la Conaie es un claro ejemplo de cómo las decisiones del Gobierno pueden desencadenar reacciones masivas que afectan la estabilidad política.
En este contexto, el presidente Noboa se enfrenta a la difícil tarea de reconstruir las alianzas necesarias para avanzar en su agenda política. La falta de apoyo en la Asamblea podría llevar a un estancamiento en la implementación de políticas públicas, lo que a su vez podría intensificar el descontento social y la polarización política.
La situación en la Asamblea Nacional de Ecuador es un claro recordatorio de que la política es un campo en constante cambio, donde las alianzas pueden formarse y desmoronarse rápidamente. La propuesta de Asamblea Constituyente, que inicialmente parecía una oportunidad para un cambio significativo, ahora enfrenta un futuro incierto. La capacidad del Gobierno para navegar por estas aguas turbulentas será crucial para determinar el rumbo político del país en los próximos meses.