La reciente votación en la Asamblea Nacional de Ecuador ha desatado una ola de críticas y tensiones dentro del movimiento indígena Pachakutik. Este grupo político, que ha sido un bastión de la oposición en el país, se enfrenta a un dilema crucial tras la decisión de varios de sus asambleístas de apoyar la reforma constitucional que permitiría la instalación de bases militares extranjeras en Ecuador. Este hecho ha generado un profundo malestar entre sus bases y ha puesto en jaque la cohesión interna del movimiento.
La votación, que tuvo lugar el 6 de junio de 2025, vio a siete de los nueve asambleístas de Pachakutik alinearse con el oficialismo, lo que ha llevado a la dirección del movimiento a convocar un consejo político nacional en Quito. Durante esta reunión, se discutirá el futuro de los legisladores que han votado en favor del gobierno, así como las posibles sanciones que podrían enfrentar por desviar su apoyo de las directrices del movimiento.
### La Reacción de Pachakutik ante la Disidencia
Guillermo Churuchumbi, coordinador de Pachakutik, ha expresado su preocupación por la situación actual. En el consejo político, se planteó la necesidad de analizar las acciones de los asambleístas que han optado por apoyar al gobierno de Daniel Noboa. Churuchumbi enfatizó que el comité de ética del movimiento tomará decisiones basadas en un análisis exhaustivo de cada caso. La presión es palpable, ya que la dirección del movimiento busca mantener la unidad y la lealtad a los principios que han guiado a Pachakutik desde su fundación.
Entre los asistentes al consejo se encontraban figuras prominentes como Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), así como otros asambleístas que han mantenido una postura crítica hacia el gobierno. Iza y otros líderes provinciales han calificado a los legisladores que votaron con el oficialismo como «extraviados políticos», lo que refleja la gravedad de la situación y la necesidad de rendir cuentas ante las bases.
El asambleísta Alex Toapanta, uno de los disidentes, ha manifestado que considera injusto que sus compañeros hayan apoyado una medida que contradice la oposición histórica del movimiento a la presencia militar extranjera en el país. Toapanta ha instado a sus colegas a reflexionar sobre la agenda legislativa que están promoviendo y ha recordado que Pachakutik tiene una agenda consensuada que debe ser respetada.
### La Reorganización de Pachakutik y el Futuro del Movimiento
La crisis actual en Pachakutik no solo se limita a la votación sobre las bases militares. La situación ha puesto de manifiesto una dispersión política más amplia dentro del movimiento indígena, que ha luchado por mantener una voz unificada en un entorno político cada vez más polarizado. La falta de cohesión ha llevado a un llamado a la reorganización y renovación de la estructura del movimiento, así como a una relectura de su proyecto político.
Durante el consejo, se discutió la necesidad de que Pachakutik se adapte a las nuevas realidades políticas del país. La presión de las provincias para que el movimiento se reestructure es cada vez más fuerte, y muchos líderes provinciales han expresado su deseo de que se tomen medidas concretas para restaurar la confianza entre las bases y sus representantes. La falta de asistencia de los asambleístas que han votado con el gobierno al consejo en Quito es un indicativo de la fractura interna y la falta de diálogo entre las diferentes facciones del movimiento.
A medida que la situación se desarrolla, la dirección de Pachakutik se enfrenta a un desafío monumental: cómo reconciliar las diferencias internas y mantener la relevancia en un panorama político que se ha vuelto cada vez más complejo. La capacidad del movimiento para navegar esta crisis determinará su futuro y su papel en la política ecuatoriana.
La situación de Pachakutik es un reflejo de las tensiones más amplias que enfrentan los movimientos políticos en Ecuador, donde la lealtad a las bases y la necesidad de adaptarse a las realidades del poder político a menudo chocan. A medida que el país avanza hacia nuevas elecciones y desafíos, la forma en que Pachakutik maneje esta crisis interna será crucial para su supervivencia y su capacidad para seguir siendo un actor relevante en la política ecuatoriana.