La situación en el sistema de salud pública de Guayaquil ha alcanzado un punto crítico tras la muerte de varios recién nacidos en el Hospital Universitario. Este trágico evento ha generado un intenso debate sobre la calidad de la atención médica y la disponibilidad de recursos en el país. En una reciente comparecencia ante la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, el Ministro de Salud, Jimmy Martin, se vio obligado a abordar las preocupaciones de la ciudadanía y a defender la gestión de su cartera frente a acusaciones de negligencia.
La crisis se desató cuando se reportó que al menos 12 bebés habían fallecido en el hospital, lo que llevó a la Comisión de Salud a iniciar un proceso de fiscalización. Durante su intervención, el ministro Martin negó las afirmaciones de que los fallecimientos se debieron a la reutilización de cánulas, un tema que ha sido objeto de controversia. A pesar de las declaraciones del ministro, la comunidad y los familiares de los bebés fallecidos continúan demandando respuestas claras sobre las causas de estas muertes.
### Brote Epidemiológico y Sus Consecuencias
En su comparecencia, el Ministro de Salud admitió que el hospital había enfrentado un brote bacteriológico causado por la bacteria KPC, que afectó a varios recién nacidos. Según los informes, 18 neonatos estuvieron expuestos a esta bacteria, de los cuales dos han sido confirmados como fallecidos a causa de la infección. Martin explicó que los bebés que murieron eran prematuros y presentaban condiciones críticas, lo que complicó aún más su situación.
El ministro enfatizó que, en casos de recién nacidos con un peso inferior a 1.500 gramos, no se utilizan cánulas, sino que se opta por dispositivos endotraqueales para proporcionar soporte ventilatorio. Sin embargo, las declaraciones del ministro han sido recibidas con escepticismo por parte de los opositores y de los familiares de los bebés, quienes insisten en que la falta de insumos y la mala gestión del hospital son factores que contribuyeron a esta tragedia.
A raíz de la crisis, el Ministerio de Salud ha implementado varias medidas para controlar el brote. Se han desinfectado áreas del hospital, se ha reubicado a los recién nacidos y se ha activado un cerco epidemiológico. Además, se ha iniciado una auditoría para investigar las circunstancias que rodearon las muertes. Sin embargo, muchos cuestionan si estas acciones son suficientes para restaurar la confianza en el sistema de salud pública.
### Reacciones y Demandas de la Oposición
La respuesta del gobierno ante esta crisis ha sido objeto de críticas por parte de varios legisladores. Alfredo Serrano, del Partido Social Cristiano, ha solicitado que el Ministro de Salud comparezca ante el Pleno de la Asamblea para explicar la situación y las razones detrás de la falta de recursos en el sistema de salud pública. Serrano ha señalado que la crisis no solo se limita a los recientes fallecimientos, sino que refleja un problema más amplio de desfinanciamiento y mala gestión en el sector salud.
Por su parte, Victoria Desintonio, de Revolución Ciudadana, ha expresado su preocupación por la falta de recursos económicos que enfrenta el sistema de salud pública. Según ella, la situación es insostenible y requiere una atención urgente por parte del gobierno. La falta de alimentos para médicos y pacientes en hospitales públicos ha sido otro tema de discusión, lo que pone de manifiesto la gravedad de la crisis en el sector.
La intervención de las Fuerzas Armadas en los hospitales de Guayaquil, como medida para controlar la situación, ha generado un debate adicional sobre la militarización de la salud pública. Muchos ciudadanos se preguntan si esta es la solución adecuada o si, por el contrario, se trata de un intento de ocultar la falta de recursos y la ineficiencia del sistema.
La situación en el Hospital Universitario de Guayaquil es un reflejo de los desafíos que enfrenta el sistema de salud pública en Ecuador. La combinación de brotes epidemiológicos, falta de insumos y la presión política ha llevado a un estado de emergencia que requiere atención inmediata. La comunidad espera respuestas claras y acciones efectivas que garanticen la seguridad y el bienestar de los recién nacidos y de todos los pacientes que dependen del sistema de salud pública.