La situación de desabastecimiento de medicamentos en Ecuador ha alcanzado niveles alarmantes, lo que ha llevado al Ministerio de Salud y al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a declarar una emergencia sanitaria. A más de un mes de esta declaración, los resultados en términos de adquisición de medicamentos han sido decepcionantes, con un número limitado de contratos firmados y una creciente preocupación entre los ciudadanos y profesionales de la salud.
**Desabastecimiento Crítico en los Hospitales**
Desde finales de septiembre de 2025, el desabastecimiento de medicamentos en los hospitales públicos ha sido crítico. Un análisis reciente indica que incluso los medicamentos esenciales solo contaban con un suministro que no superaba el mes. Esta crisis ha afectado a miles de pacientes que dependen de estos suministros para su tratamiento y recuperación. La situación se ha vuelto insostenible, y las autoridades de salud han tenido que enfrentar críticas por la lentitud en la respuesta a esta emergencia.
El IESS, que también se vio obligado a declarar la emergencia, ha tenido que lidiar con problemas internos que han complicado aún más la situación. A pesar de que se han adjudicado 43 contratos, solo cinco de ellos están reflejados en el portal del Servicio de Contratación Pública (Sercop), lo que genera dudas sobre la transparencia y efectividad de los procesos de compra.
**Problemas en los Procesos de Contratación**
El Ministerio de Salud ha enfrentado serios obstáculos en su intento por adquirir medicamentos. En un reciente comunicado, se informó que más de 231 procesos de compra fueron declarados desiertos debido a que las ofertas recibidas no cumplían con los requisitos mínimos establecidos. Esto ha llevado a la necesidad de relanzar nuevos procesos de contratación, pero la incertidumbre persiste sobre si estos serán más efectivos.
La viceministra de Salud, Wendy Gavica, ha señalado que la falta de ofertas adecuadas y los precios no competitivos han sido factores determinantes para la declaración de desiertos. En respuesta, el Ministerio ha comenzado a agrupar las compras en grupos de medicamentos, con la esperanza de facilitar el proceso y acelerar la adquisición de insumos críticos. Sin embargo, la efectividad de estas nuevas estrategias aún está por verse.
Por su parte, el IESS ha tenido que relanzar sus propios procesos de compra tras recibir quejas de proveedores sobre los plazos de entrega. A pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo complicada, y la falta de transparencia en los contratos adjudicados ha generado desconfianza entre los proveedores y la población.
**Intervención de la Contraloría y Vigilancia Ciudadana**
La crisis ha llevado a la Comisión Anticorrupción a solicitar la intervención de la Contraloría para supervisar los procesos de contratación de emergencia. En una carta enviada a la entidad, se enfatiza la necesidad de un control riguroso para evitar irregularidades en la selección de proveedores y la posibilidad de sobreprecios en las compras. La urgencia de la situación no puede justificar procesos irregulares, y la vigilancia ciudadana se vuelve crucial en este contexto.
El IESS ha convocado a una veeduría para supervisar las contrataciones, aunque hasta el momento no se ha confirmado la creación de este órgano. La participación de la sociedad civil en la vigilancia de estos procesos es fundamental para garantizar que se actúe con transparencia y responsabilidad en el manejo de los recursos públicos.
**Impacto en la Población y el Sistema de Salud**
La falta de medicamentos no solo afecta a los hospitales, sino que también tiene un impacto directo en la salud de la población. Pacientes que requieren tratamientos continuos se ven obligados a buscar alternativas, muchas veces costosas y difíciles de acceder. Esta situación ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza en el sistema de salud, que ya se encontraba debilitado por problemas estructurales y de gestión.
Los profesionales de la salud han expresado su preocupación por la falta de insumos y medicamentos, lo que dificulta su labor y pone en riesgo la vida de los pacientes. La crisis de abastecimiento no solo es un problema logístico, sino que también refleja fallas en la gestión y planificación del sistema de salud ecuatoriano.
**Perspectivas Futuras**
A medida que la situación avanza, es crucial que las autoridades de salud tomen medidas efectivas para resolver el desabastecimiento de medicamentos. La implementación de procesos de compra más eficientes y transparentes, así como la colaboración con proveedores locales e internacionales, son pasos necesarios para superar esta crisis.
La participación activa de la ciudadanía y la vigilancia de organismos independientes también son esenciales para asegurar que se actúe con responsabilidad en la gestión de recursos. La salud de miles de ecuatorianos depende de la capacidad del sistema para responder a esta emergencia de manera efectiva y oportuna.
