La situación política en Ecuador ha tomado un giro significativo con la reciente convocatoria a un paro nacional por parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Este movimiento surge en respuesta a la eliminación del subsidio al diésel y a lo que la organización califica como un creciente autoritarismo del gobierno de Daniel Noboa. La Conaie ha manifestado que el paro no solo es una reacción a la crisis económica, sino también una defensa de la dignidad del pueblo ecuatoriano frente a las decisiones del gobierno.
La Conaie, que ha sido un actor clave en la política ecuatoriana, ha intensificado su discurso en los últimos días. En un comunicado emitido el 20 de septiembre de 2025, la organización expresó su preocupación por el decreto 148 de Noboa, que convocaba a una Asamblea Constituyente sin el control de la Corte Constitucional. Este decreto fue suspendido por la Corte, lo que la Conaie considera un triunfo en la defensa de la democracia. Sin embargo, la organización advierte que el gobierno está intentando concentrar el poder y debilitar las instituciones que protegen la democracia en el país.
### La Convocatoria al Paro Nacional
El paro nacional fue convocado durante una asamblea celebrada en Riobamba el 18 de septiembre de 2025. La Conaie ha instado a sus bases, así como a gremios sindicales, campesinos y estudiantes, a unirse a esta protesta. La organización argumenta que la eliminación del subsidio al diésel no solo afecta a los transportistas, sino que también impacta en el costo de vida de todos los ecuatorianos. La inminente subida de pasajes y el aumento en los precios de bienes básicos son algunas de las consecuencias que se prevén si el gobierno no revierte esta medida.
La Conaie ha enfatizado que el paro nacional es una respuesta colectiva a la crisis económica y a lo que consideran un atropello a la dignidad del pueblo ecuatoriano. En su comunicado, la organización señala que el ataque del gobierno busca debilitar a los últimos contrapesos que protegen la democracia, y hace un llamado a mantener una resistencia firme y organizada.
Por su parte, el gobierno de Noboa ha respondido a esta convocatoria con una postura firme. Se ha advertido que se tomarán medidas drásticas contra quienes bloqueen carreteras, y se ha declarado el estado de excepción en ocho provincias del país. Además, se ha impuesto un toque de queda nocturno en cuatro de estas provincias, lo que ha generado un clima de tensión y preocupación entre la población.
### La Reacción de la Sociedad Civil
La respuesta de la sociedad civil ante esta crisis ha sido variada. Muchos ciudadanos apoyan la causa de la Conaie y consideran que el paro nacional es una oportunidad para expresar su descontento con el gobierno. Sin embargo, otros temen que las protestas puedan escalar en violencia, especialmente con la respuesta militarizada del gobierno. La polarización en la opinión pública es evidente, y las redes sociales se han convertido en un campo de batalla donde se discuten las diferentes posturas sobre el paro y las acciones del gobierno.
Las organizaciones de derechos humanos también han expresado su preocupación por la situación. Han instado al gobierno a respetar el derecho a la protesta pacífica y a garantizar la seguridad de los manifestantes. La historia reciente de Ecuador ha demostrado que las protestas pueden llevar a enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas del orden, lo que ha dejado un saldo trágico en ocasiones anteriores.
La Conaie ha hecho un llamado a la unidad entre los diferentes sectores de la sociedad para enfrentar lo que consideran un ataque a la democracia. La organización ha instado a los ciudadanos a participar activamente en el paro nacional, no solo como un acto de protesta, sino como una afirmación de los derechos y la dignidad del pueblo ecuatoriano.
A medida que se acerca la fecha del paro, la tensión en el país continúa en aumento. La situación política en Ecuador es volátil, y las decisiones que se tomen en los próximos días serán cruciales para el futuro del país. La Conaie y otros grupos sociales están decididos a hacer escuchar su voz, mientras que el gobierno de Noboa se enfrenta a un desafío significativo en su intento de mantener el control y la estabilidad en medio de una creciente insatisfacción popular.